Un debate a nueve aburrido que posiblemente no cambiará un solo voto

    • Casado fue el más sólido, defendió la gestión del Ejecutivo, mostró papeles y recibió algún ataque. El formato, que solo permitía tres minutos de intervención, permitió pocas réplicas.
    • Errejón aprovechó cada segundo de su tiempo, lanzando mensajes acelerados. Hernando fue contundente y Rivera se esforzó por mostrar las propuestas de su partido.
Debate a 9.
Debate a 9.

Finalmente, el debate a nueve -en el que participaron siete partidos con representación parlamentaria y Ciudadanos y Podemos-, se realizó en horario de máxima audiencia. Así lo decidió la Junta Electoral Central (JEC) ante la pretensión de RTVE de que tuviese lugar más allá de la medianoche.

Era un debate esperado, sobre todo por la pluralidad de los participantes, pero los partidos decidieron delegar en segundos y terceros espadas su representación. El formato fue más idóneo para exponer propuestas e ideas, algo que no ha permitido otros debates anteriores, más enredados y con numerosas interrupciones.

El debate, que duró una hora y media, contó con la participación de Pablo Casado (Partido Popular), Antonio Hernando (PSOE), Marta Rivera(Ciudadanos), Íñigo Errejón(Podemos), Miguel Puig (Democràcia i Llibertat), Montse Surroca (Unió), Alberto Garzón (Unidad Popular-Izquierda Unida), Andrés Herzog (UPyD) y Aitor Esteban (PNV).

La moderación del debate, correcta y sin complicaciones, corrió a cargo del periodista Julio Somoano. Solo había tres reglas preestablecidas: el tiempo dedicado a cada bloque, el tiempo total con el que cuenta cada candidato para abordar cada parte y el orden inicial de exposición en cada bloque.

Los participantes en el debate se mostraron cómodos, al menos bastante más que en el debate a cuatro de Antena 3, y dispusieron de un cómodo atril para depositar sus papeles.

El debate fue gris y los intervenientes fueron reiterativos, aunque no se mostraron nerviosos. Seguramente, este debate movió pocos votos de una candidatura a otro y tampoco evidenció grandes errores. Solo el PNV, UPyD y IU-UP llevaron a sus cabezas de lista al debate.

Casado fue el más sólido, aunque fue objeto de los ataques de la mayoría de los intervenientes. Defendió la gestión económica, que la recuperación se debe asentar, aunque en algunos ámbitos es evidente, y defendió la labor del Ejecutivo con papeles. Ante las propuesta de otros partidos para luchar contra la corrupción o de actuaciones en materia de violencia de género o pensiones, Casado detalló las medidas emprendidas por el Ejecutivo.

Hernando dedicó su primer minuto a la dos mujeres víctimas de violencia que han muerto asesinadas en las últimas doce horas. Fue contundente, dirigió sus ataques al PP, aunque no faltaron dardos a Ciudadanos -menos que los que hizo Sánchez en el debate a cuatro- y a Podemos.

Tanto Herzog como Garzón intentaron defender la singularidad de sus propuestas y las diferencias con el bipartidismo y los emergentes. Herzog repitió que su formación es la única que lucha de forma activa contra la corrupción y las irregularidades en los tribunales y se mostró partidario de acabar con las privilegios de Navarra y País Vasco.

Mientras, Garzón, se desmarcó totalmente del resto de los partidos, incluido Podemos, con propuestas claramente de izquierdas y denunció la corrupción de la monarquía.

En todas sus intervenciones, Esteban (PNV), detalló las singularidades del País Vasco y los extraordinarios avances de la comunidad. Se mostró moderado, pero apostó por el derecho a decidir de País Vasco y Cataluña.

Los representantes de Unió -Montse Surroca- y Democràcia i Llibertat -Miguel Puig- se dividieron el tiempo. Surroca se mostró muy tranquila, clara, moderada y expresó la voluntad de su formación de no salir de España, frente a la de Puig, posiblemente el interviniente más nervioso. El moderado le debió interrumpir en varias ocasiones por sobre pasar su tiempo.

Quien aprovecho al máximo cada segundo fue Errejón. Sus intervenciones fueron aceleradas. Disparaba mensajes, pero fue claro. Mientras, Marta Rivera, a la que interrumpieron en alguna ocasión, dejó clara las propuestas de Ciudadanos, que el resto de los partidos intentaron de interpretar a su manera, lo que obligó a la candidata de C's a responder en más de una ocasión con un: "Eso no es verdad".

Por último, Esteban defendió la situación de Euskadi, que puso de ejemplo constantemente, y propuso un referendum para el País Vasco y Cataluña.Minuto de oro

Garzón: "Proponemos un mensaje de esperanza para los que sufren las consecuencias de las crisis, para los que temen perder el empleo. No se pide permiso a los poderosos para obtener derechos, se arrancan"

Surroca: "Unió representa el catalanismo que no quiere un salto al vacío, pero sí quiere avanzar en una solución entre Cataluña y España".

Pablo Casado: "Queremos una España que siga creando empleo, unida. Quiero acabar pidiendo la confianza para Mariano Rajoy y el PP. Hemos demostrado que sabemos gobernar".

Miquel Puig pidió en su minuto de oro un referéndum y el voto de quienes quieren votar sobre la independencia.

Antonio Hernando: "No podemos pasar por alto la desigualdad, la vergüenza que nos ha hecho pasar el presidente del Gobierno con la corrupción. Nosotros hicimos una democracia modélica y a partir del 20D podemos volver a hacerlo".

Herzog: "UPyD nació para luchar contra la corrupción. Pido que voten no por las promesas, sino por los hechos. UPyD tiene gente honrada, sin dueños ni patrocinadores, que defiende una España fuerte, sin desigualdades".

Esteban: "Euskadi tiene que estar en el Congreso y el Senado con agenda propia. Hemos demostrado que autogobierno significa bienestar. El único partido con programa para Euskadi es el PNV".

Errejón: "Con Podemos ha empezado a cambiar la política, pasito a pasito. Con esa fuerza vamos a ganar las elecciones".

Rivera: "Un país con una saniudad pública y gratuita, con una universidad puntera, con salarios dignos, con empresas compoetitivas. Ese país puede ser España".

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