Un historiador sostiene que "La Pepa" fue un "freno revolucionario"

  • El historiador Manuel Moreno Alonso, que acaba de publicar "La Constitución de Cádiz". Una mirada crítica" (Alfar), ha dicho a Efe que "La Pepa", el bicentenario de cuya promulgación se celebra el lunes, "no es una obra revolucionaria, sino más bien un intento de poner freno a la revolución".

Alfredo Valenzuela

Sevilla, 17 mar.- El historiador Manuel Moreno Alonso, que acaba de publicar "La Constitución de Cádiz". Una mirada crítica" (Alfar), ha dicho a Efe que "La Pepa", el bicentenario de cuya promulgación se celebra el lunes, "no es una obra revolucionaria, sino más bien un intento de poner freno a la revolución".

Moreno Alonso ha advertido que en "la memoria y el imaginario se ha olvidado o minimizado el marco en el que surgió la Constitución de 1812", en alusión a los acontecimientos de 1808 y la Guerra de la Independencia, denominada "revolución" por sus contemporáneos y en la que este historiador sitúa el "nacimiento de la nueva España".

"Por ejemplo, es como si, en Francia, a la Revolución Francesa se le diera menos importancia que a la Constitución de 1791, que tanta influencia tuvo en la Constitución gaditana", según ha señalado el profesor de la Universidad de Sevilla y especialista en ese periodo histórico.

Pese "a la imagen que ha permanecido en la memoria y que intenta propagarse en la actualidad", la Constitución de 1812 "no fue una profecía de la nueva época; su espíritu estuvo muy alejado de la concepción democrática y, en el fondo, no dijo nada de la libertad ni de la igualdad, y ni siquiera reconoció la personalidad del pueblo, como sí hizo la Constitución de Estados Unidos de 1787".

"Inconcebiblemente se le está dando más importancia al collar que al perro", ha apostillado el historiador con respecto al peso de las conmemoración de la Constitución y las dedicadas a la Guerra de la Independencia, a la Batalla de Bailén y a la Junta Central constituida en Sevilla tras la victoria de Bailén.

Según Moreno Alonso, a diferencia de la "revolución" producida en la Guerra de la Independencia, que "invirtió los principios tradicionales del orden social", la Constitución de Cádiz produjo "como máximo un reformismo moderado que, además, estaba previsto de antemano y que finalmente no contentó ni a unos ni a otros".

El historiador va más allá al afirmar que las muestras de júbilo con que la Constitución de 1812 fue aclamada fueron "las mismas muestras de júbilo que dedicaron en mayo de 1814 al rey absoluto que la abolió", Fernando VII.

Además "la Constitución gaditana fracasó rotundamente en su puesta en práctica", lo que en opinión de Moreno Alonso no ha impedido que, dos siglos más tarde, se la haya "mitificado", por lo que ha considerado que este bicentenario "no debería haber caído en la reiteración de una interpretación romántica de algo que no fue".

Para Moreno Alonso, "como ha sucedido con otras etapas recientes de la Historia de España", se está ofreciendo "una visión sesgada de la realidad histórica" que lleva "a inventar un pasado que nunca existió y a comulgar con tópicos de leyenda" que, en su opinión, no resisten un detenido análisis histórico.

El historiador ha añadido que, por su contenido, la Constitución cuyo bicentenario se conmemorará el lunes en Cádiz "no puede disimular que nació para contener el miedo, el miedo a la libertad, a la anarquía y al reconocimiento de derechos en tierras americanas".

Miedo, en definitiva "a las novedades y a la democracia, miedo al pueblo y a la revolución", como en aquel momento, recuerda el profesor, reconocieron algunos de los políticos más influyentes, como Argüelles, Quintana y el conde de Toreno o el diputado García Herrero, quien dijo de él:

"El miedo pueril que se apodera de muchos siempre que se trata de procurar la felicidad de los pueblos por otros caminos que los que siguieron nuestros mayores".-

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