Un hombre de 76 años se encierra en la residencia que cerrará el Gobierno

  • Un hombre de 76 años se ha encerrado hoy en el centro de atención de Santander en el que vive en señal de protesta por la decisión del Gobierno de Cantabria de cerrar esas instalaciones y trasladarlo a otro centro similar de la localidad de Laredo.

Santander, 11 jun.- Un hombre de 76 años se ha encerrado hoy en el centro de atención de Santander en el que vive en señal de protesta por la decisión del Gobierno de Cantabria de cerrar esas instalaciones y trasladarlo a otro centro similar de la localidad de Laredo.

Se trata de Ángel Quintana, que toda su vida ha trabajado como albañil y que ha decidido hoy encerrarse en su cuarto del Centro de Atención a la Discapacidad La Pereda en el que lleva viviendo seis años, protagonizando uno de los momentos más tensos desde que se anunció su cierre.

Según ha relatado el propio Ángel a la Agencia Efe, hace un par de semanas la dirección le informó de que iba a ser trasladado al centro de Cueto -en Santander-, donde seguiría compartiendo habitación con su actual compañero.

Sin embargo, a la semana siguiente la dirección le comunicó que finalmente iba a ser reubicado en un centro de Laredo -a unos 50 kilómetros de Santander-, sin ofrecerle más explicación.

Hoy, durante la habitual concentración de los trabajadores y usuarios del centro de La Pereda para mostrar su rechazo al cierre, la coordinadora de enfermeras y una gobernanta han dicho a Ángel que tenía que abandonar el centro en ese momento y le han explicado que había una furgoneta esperándole para trasladarle a Laredo.

Según han explicado a Efe varios usuarios y trabajadores que han presenciado la escena, Ángel ha entrado en un estado de ansiedad y, entre lágrimas, se ha resistido a su traslado, dirigiéndose a su habitación, en la que permanece.

"Me tendrán que sacar de aquí con los pies por delante", ha declarado Ángel, que ha trabajado toda su vida como albañil y tiene problemas para andar debido a las prótesis que tiene en sus rodillas como consecuencia de tantas horas de trabajo, según explica.

Desde que se enteró de que el Gobierno de Cantabria iba a cerrar el centro, Ángel, como otros usuarios, viven en un estado de "incertidumbre" y "ansiedad", tal y como ha explicado a Efe el vicepresidente de la Plataforma de familiares contra el cierre de La Pereda, Javier Oria, quien ha asegurado que la situación vivida esta mañana en el centro es lo que nadie quiere que ocurra.

El pasado 7 de mayo, la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales de Cantabria anunció que iba a cerrar La Pereda ante las "deficiencias" del edificio que, según el Gobierno cántabro, no cumple los requisitos para atender personas dependientes ni las exigencias mínimas de seguridad.

Desde entonces, las protestas de usuarios y trabajadores no han cesado y las soluciones puestas encima de la mesa por el Gobierno cántabro -que principalmente se basan en reubicaciones- no convencen a los perjudicados, que advierten de una posible operación urbanística ya que el centro se encuentra en una zona privilegiada del Sardinero, algo que niegan las autoridades autonómicas.

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