Un jurado popular declara inocente al acusado por el asesinato de una mujer

Lugo.- Un vecino del municipio lucense de Sober, que se encontraba en prisión desde septiembre de 2007 como supuesto autor del asesinato de una mujer, ha sido declarado inocente por un jurado popular y, desde anoche, está en libertad.

Según han trasladado a EFE fuentes judiciales, el jurado determinó que faltaban pruebas para condenar a esta persona, para quien el Ministerio fiscal había pedido 17 años de cárcel por asesinato o 14 en el caso de que el jurado lo entendiera como un homicidio.

La vista oral en la que se ha juzgado a este hombre de 54 años había comenzado el pasado martes, en la sección segunda de la Audiencia, y concluyó anoche, cuando el jurado lo declaró inocente, por lo que se procedió a su puesta en libertad.

Este hombre, que responde a las iniciales de J.C.F., estaba considerado como el supuesto autor del asesinato de una prostituta, cuyos servicios había contratado en un local de alterne en Ourense.

Según la acusación pública, el acusado había contratado los servicios de la víctima, que tenía 37 años, el 14 de septiembre de 2007 y la trasladó hasta su domicilio en la parroquia de Arxemil.

En el mismo escrito de acusación se sostiene que en un momento dado golpeó a la mujer en la cabeza y la cara y luego dejó el cuerpo abandonado en una cuadra anexa al inmueble y se ausentó del lugar.

El supuesto autor de los hechos, ahora en libertad, no fue localizado hasta que pasaron 4 días, cuando sufrió un accidente y tuvo que ser evacuado a un centro hospitalario de Pontevedra, donde se procedió a su detención.

El mismo tiempo se tardó en encontrar el cuerpo de la víctima, que cuando fue descubierto presentaba la cara muy desfigurada como consecuencia de los golpes que recibió con un hacha y un mazo.

El acusado, de quien varios testigos dijeron que no era una mala persona, aunque lo definieron como "introvertido, no se reconoció como autor de los hechos y los agentes de la Guardia Civil que participaron en su detención y posterior reconstrucción de los hechos sostuvieron que acogió la imputación con "indiferencia".

En el transcurso del juicio se acreditó que en las armas que se incautaron no se encontraron huellas de la persona juzgada, en tanto que el acusado se defendió diciendo que él no había sido y que la víctima utilizaba en ocasiones su domicilio para mantener contactos con otros clientes.