Un libro investiga los lazos pasados entre la empresa Dr. Oetker y el nazismo

  • La estrecha relación entre la empresa de alimentación "Dr. Oetker" y los jerarcas nazis es el tema central de un libro que investiga los lazos que establecieron muchas compañías alemanas con el régimen del Tercer Reich (1933-1945).

Berlín, 21 oct.- La estrecha relación entre la empresa de alimentación "Dr. Oetker" y los jerarcas nazis es el tema central de un libro que investiga los lazos que establecieron muchas compañías alemanas con el régimen del Tercer Reich (1933-1945).

El libro, titulado "Dr. Oetker y el nacionalsocialismo", y que llega esta semana a las librerías alemanas tras tres años de trabajo, ha sido financiado por la propia compañía, especializada en alimentación, pero con intereses también en hostelería.

El principal impulsor de la iniciativa, August Oetker, presidente de la compañía entre 1981 y 2009, defendió en una entrevista al semanario "Die Zeit" la semana pasada que "ya era hora de aclarar la niebla" que envolvía el pasado de la empresa.

Rudolf-August Oetker, padre del anterior y fallecido en 2007, se había negado a permitir que se aportase luz sobre la actuación de su empresa durante el nazismo.

August Oecker explicó que su padre les prohibió investigar el pasado de la empresa mientras el estuviera con vida y que su respuesta cuando se le interrogaba al respecto era: "Niños, dejadme tranquilo con eso, fueron malos tiempos".

La firma alemana fue dirigida durante el nazismo primero por Richard Kaselowsky (1888-1944) y a la muerte de éste por su hijastro Rudolf-August Oetker.

"Mi padre era un nacionalsocialista" concluyó tajante en la citada entrevista el exdirigente de la firma, de 69 años.

En 1937 la compañía fue condecorada por las autoridades nazis con el título honorífico de "empresa modelo nacionalsocialista" otorgado por la "Oficina para la Belleza del Trabajo" a las empresas que ponían en marcha con esmero las recomendaciones de Adolf Hitler.

El director del Instituto de Historia Contemporánea de Múnich, Andreas Wirsching, coordinador del estudio, explicó en el semanario "Der Spiegel" que Dr. Oetker "tenía una larga tradición de filosofía empresarial paternalista y autoritaria que encajaba muy bien con los principios del Führer y el anticomunismo nacionalsocialista".

Además, Wirsching relató a ese semanario que Kaselowsky se sentía "orgulloso" de pertenecer al círculo de amistades del jefe de las SS, Heinrich Himmler.

Gracias a su apoyo a la dictadura hitleriana, la empresa Dr. Oetker pudo hacerse con bienes expropiados a judíos exiliados por precios muy favorables, como fue el caso de una villa en Hamburgo (norte del país) o de la fábrica de cerveza Groterjan de Berlín, explicó Wirsching.

Los vínculos de los Oetker con el nazismo no constituyen una excepción en un país donde consorcios como Bosch, Porsche o Schaeffler debieron afrontar denuncias por su apoyo al régimen hitleriano y su empleo de mano de obra esclava.

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