Un ministro sin cartera que pasó 13 años en cárceles de Israel y EEUU

Jerusalén, 10 dic.- El ministro palestino sin cartera para "Asuntos de las colonias y el muro de Apartheid", Ziad abu Ein, muerto hoy en una carga del Ejercito israelí en la localidad cisjordana de Turmusaia, era uno de los líderes históricos del movimiento nacionalista palestino Al Fatah.

Nacido en 1959 en una de las aldeas próximas a la localidad cisjordana de Ramala, y padre de cuatro hijos, obtuvo diversos cargos tanto en Al Fatah como en la Autoridad Nacional Palestina (ANP) desde que fuera liberado tras pasar años en cárceles israelíes y estadounidenses.

A este respecto, en 1981 fue el primer palestino entregado por Estados Unidos a las autoridades israelíes.

Diez años después, se integró en la Federación palestina de Industriales, donde comenzó una carrera política que le llevó a ser viceministro de Asuntos de Prisioneros en el anterior gabinete y a ministro sin cartera de "Asuntos para las Colonias y el muro de Apartheid" en el actual gabinete de reconciliación nacional, patrocinado por Al Fatah y el movimiento islamista Hamás.

Antes fue director del Consejo Consultivo de Al Fatah, principal partido de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), cargo al que accedió en 1994, y pasó en 2002 una nueva temporada en detención preventiva durante la segunda Intifada.

En total, pasó 13 años detenido en cárceles de Estados Unidos e israel, según datos de la cadena de televisión por satélite catarí Al Yazira.

Hoy, momentos antes de su muerte, participaba en un acto pacífico con motivo del día internacional de los derechos humanos para protestar contra la confiscación israelí de unas tierras palestinas para ampliar una colonia ilegal en territorio ocupado.

Según explicaron a Efe varios testigos, Abu Ein se encaró con los soldados que trataban de dispersar a los congregados y fue zarandeado por los uniformados, golpeado en la cabeza con un casco y en el pecho con la culata de un fusil.

Los soldados también lanzaron gases lacrimógenos que agravaron las dificultades del ministro para respirar y le condujeron al estado de coma treinta minutos después.

Desde allí fue trasladado en ambulancia a un hospital de Ramala, donde los médicos solo pudieron certificar su muerte.

Nada más confirmarse el óbito, el presidente palestino y líder de Al Fatah, Mahmud Abas, calificó el hecho de "asalto brutal que no tiene ninguna justificación", y decretó tres días de luto oficial en el territorio palestino.

"El asesinato de Abu Ein es un acto bárbaro, inaceptable y no nos mantendremos en silencio ante este crimen", subrayó Abás en un comunicado divulgado por la agencia de noticias oficial palestina, Wafa.

Al mismo tiempo señaló que adoptará "los pasos necesarios tras conocer los resultados de la investigación sobre las circunstancias de la muerte", que no especificó.

Por su parte, el portavoz del gobierno de unidad palestino, Ihab Beseiso, condenó la muerte del ministro y en un comunicado remitido a los medios señaló que se trata de "una continuación de la secuencia de crímenes israelíes contra nuestro pueblo".

"Consideramos muy grave lo sucedido así como todas las violaciones que son cometidas contra nuestro pueblo. Adoptaremos todos los medios legales necesarios para defender a nuestro pueblo", recalcó.

Al menos medio centenar de palestinos han muerto a lo largo del presente año por disparos o acciones del Ejército israelí en Cisjordania y Jerusalén Este.

Hamás exigió, por su parte, la ruptura de la coordinación de Seguridad con Israel en respuesta a la muerte de Abu Ein y destacó que "fue asesinado mientras resistía a la ocupación" israelí.

"El asesinato de Abu Ein nos urge a todos los palestinos a sumar fuerzas para resistir a la criminal ocupación sionista. Es hora de que cese toda cooperación en materia de seguridad con la ocupación" (Israel), agregó en un comunicado.

Fuentes palestinas confirmaron a Efe que el liderazgo palestino, bajo la dirección de Mahmud Abas, se reunirá a última hora de la tarde de hoy para tomar una decisión una vez que haya concluido la autopsia que se practica al cadáver del ministro.