Un museo para contar las hazañas de la 'Mannschaft' en el peor momento

  • El museo alemán del fútbol, dedicado a la gloria de la 'Mannschaft' y a sus héroes, abre sus puertas este domingo en Dortmund, en un contexto marcado por las sospechas alrededor de la atribución del Mundial 2006 al país europeo.

Un edificio de 7.700 metros cuadrados recorre a través de 1.600 objetos las hazañas de la selección alemana, verdadera protagonista en comparación a la Bundesliga, el campeonato nacional.

"El equipo nacional es nuestro elemento central, además los clubes tienen normalmente sus propios museos. Hemos tenido dificultades para encontrar algunas piezas", explicó su director Manuel Neukirchner.

La selección alemana ha ganado el Mundial en cuatro ocasiones, 1954, 1974, 1990 y 2014. En sus vitrinas también cuenta con tres Eurocopas, 1972, 1980 y 1996.

Entre las piezas maestras, el balón de la final del Mundial 1954, en el que Alemania Federal fue capaz de remontar un 2-0 a Hungría en 8 minutos para ganar 3-2.

También está la taza de café que utilizó el seleccionador Franz Beckenbauer durante la final del Mundial 1990, que Alemania ganó a Argentina (1-0).

Adjudicado en una subasta por 2 millones de euros y después donado de forma anónima al museo, destacan las botas de Mario Götze, autor del gol que dio la victoria a Alemania (1-0) en la final del Mundial 2014, de nuevo frente a Argentina.

El visitante reconocerá también al autobús en el que Gotze y sus compañeros festejaron la victoria en la Copa del Mundo en las calles de Berlín. Es el mismo que recorrió la ciudad después de lograr la tercera plaza en el Mundial que se organizó en Alemania en 2006, en lo que se llamó 'el cuento de verano'.

Pero la inauguración del museo ha quedado empañada por la publicación la semana pasada en el semanario Der Spiegel que el comité de la candidatura alemana había creado una caja negra para comprar votos en las elecciones para la sede del Mundial 2006, celebradas en 2000.

Durante una visita para la prensa el lunes, el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) Wolfgang Niersbach, que niega con vehemencia las acusaciones, no quiso hacer declaraciones.

La visita al museo tiene una duración prevista de 90 minutos y cuesta 17 euros, lo que ha sido criticado.

"No somos un museo nacional y no recibimos ayudas. Nuestras entradas no son más caras que una entrada para un partido de la Bundesliga", señaló Neukirchner.

La espectacular vitrina del fútbol alemán, financiada con fondos privados y apoyada por la DFB, ha costado 36 millones de euros.

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