Un tribunal paquistaní acusa formalmente a Musharraf en el caso Bhutto

  • El exgeneral golpista Pervez Musharraf, que ocupó el poder en Pakistán entre 1999 y 2008, fue acusado hoy formalmente junto a otras 7 personas de conspirar para asesinar a la exprimera ministra Benazir Bhutto, informaron medios locales.

Islamabad, 20 ago.- El exgeneral golpista Pervez Musharraf, que ocupó el poder en Pakistán entre 1999 y 2008, fue acusado hoy formalmente junto a otras 7 personas de conspirar para asesinar a la exprimera ministra Benazir Bhutto, informaron medios locales.

Musharraf, que se halla en arresto domiciliario desde el pasado abril, compareció hoy en el Tribunal Antiterrorista de Rawalpindi (ciudad vecina a Islamabad) y allí negó los cargos de conspiración y terrorismo presentados por la justicia contra él.

Entre los otros siete encausados hay dos mandos policiales que ya se hallaban encarcelados por su supuesta participación en la trama que urdió el ataque contra la líder política.

Bhutto murió en un atentado no aclarado en diciembre de 2007, poco después de volver al país desde el exilio, y desde un principio se relacionó a Musharraf con el magnicidio, aunque su salida del país en 2009 paralizó los procesos judiciales.

El exjefe del Ejército, el único de los cuatro dictadores militares del país que ha sido acusado formalmente en un tribunal, regresó en marzo a Pakistán para concurrir a las elecciones pero lo que halló fue una cascada de juicios en su contra.

Un fiscal del caso citado por el canal local Dunya precisó que el exmilitar se enfrenta incluso a la pena de muerte o a cadena perpetua en caso de ser condenado.

El juicio, que continuará la semana que viene, se prevé muy largo ya que, además de las complejidades del caso, pone a prueba la estabilidad institucional de Pakistán y la lealtad del Ejército, hasta ahora respetuoso con la acción judicial contra su exjefe.

El pasado mayo, el fiscal principal del juicio fue asesinado en circunstancias no aclaradas pero muchos analistas locales apuntaban hacia el entorno de Musharraf, reticente a que prosiguiera la investigación judicial.

Un elemento añadido de complicación es el hecho de que el actual primer ministro, Nawaz Sharif, es el mismo jefe de Gobierno que sufrió el golpe de Estado del entonces jefe del Ejército en 1999 y que tuvo que pasar luego ocho años exiliado bajo amenaza de muerte.

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