Un tribunal superior malasio verá el caso de 3 mexicanos acusados por drogas

Bangkok, 25 oct.- El Alto Tribunal de Malasia falló hoy en favor de que la defensa de los tres hermanos mexicanos González Villarreal exponga en la instancia judicial superior sus argumentos de que durante el proceso se han violando los derechos fundamentales de sus clientes, acusados de narcotráfico.

Ahmad Zaidi, uno de los abogados que defienden a los mexicanos, indicó a Efe que expondrán sus argumentos ante el Tribunal Federal en una vista emplazada para el próximo 14 de diciembre.

En la estructura judicial de Malasia, la máxima instancia judicial es el Tribunal Supremo y por debajo está el Federal, que entiende de procesos relacionados con la constitucionalidad, y en el último escalón se encuentra el Alto Tribunal.

Luis Alfonso, José Regino y Simón González Villarreal afrontan la pena de morir en la horca, castigo contemplado por la legislación penal de Malasia para los casos de tráfico de drogas.

El equipo de abogados que defiende a los tres hermanos mexicanos sostiene que existen indicios de inconstitucionalidad en la fase previa al juicio, sobre todo relacionados con informes policiales dispares acerca de la composición de la droga y los utensilios que supuestamente confiscaron a sus clientes tras ser detenidos.

La vista celebrada hoy tuvo lugar después de dos aplazamientos, el primero el pasado 15 de agosto, el siguiente, el pasado 28 de septiembre.

En el caso de que Tribunal Federal determine que se han vulnerado los derechos fundamentales de los hermanos González Villarreal, el juez del Alto Tribunal, Mohamed Zawawi, deberá ordenar la revisión del proceso, según señala la defensa.

Luis Alfonso, 47 años, José Regino, de 36 y Simón, de 33, fueron detenidos por la Policía en marzo de 2008 junto un malasio y a un singapurés en una nave industrial de Johor Baru, ciudad portuaria próxima a la frontera con Singapur.

Según la versión policial, en el interior de la nave los agentes encontraron diverso material para la elaboración de metanfetaminas, varios precursores químicos y cerca de 29 kilos de esa droga, de los que un tercio desaparecieron durante la custodia policial.

Otros dos ciudadanos mexicanos, considerados los cabecillas de la banda, fueron arrestados en una vivienda de lujo en la que tenían coches de gama alta, pero eventualmente fueron liberados por falta de pruebas y después deportados.