Una alcaldesa belga en el corazón de Cataluña

  • España sólo tiene dos alcaldes extranjeros: uno en Rollán, un municipio de Salamanca y otro en Alfés, un pequeño pueblo en el sur de Lleida con 340 habitantes. La regidora de este último es la belga Ann Gyles, una profesora de inglés que se quedó en España por amor y con los años se convirtió en alcaldesa. Ann no cree que su condición de extranjera haya sido un impedimento para hacer política. "La responsabilidad y el trabajo son exactamente iguales", afirma.
Ann Gyles, alcaldesa de Alfés.
Ann Gyles, alcaldesa de Alfés.
lainformacion.com
Carlos García

Hace 30 años Ann Gyles dejó Amberes, su pueblo natal en Bélgica, y llegó a Lleida para trabajar como profesora de inglés. Allí, en pleno corazón de Cataluña conoció a David, un muchacho oriundo de Alfés, quien años más tarde se convertiría en su esposo.Ann se instaló en este pequeño pueblo en el año 2000 y en su trabajo como profesora particular empezó a conocer las necesidades de su gente.

Con un perfecto catalán aprendido en Lleida, se incorporó rápidamente a la cotidianidad del pueblo y se sumó a la formación Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) porque, según ella, fue el único partido político que "no le pidió nada".

Desde 2003 hasta 2007 fue concejal de Cultura y seguidamente emprendió una austera campaña con la que consiguió a dirigir el Ayuntamiento. Una experiencia en la que, según cuenta, no encontró ninguna resistencia por ser una ciudadana extranjera.

"Al llegar a la alcaldía el primer problema a solucionar era el del agua, porque no era potable. Hoy ese tema está solucionado pero queda para la futura administración reformar las instalaciones del acueducto y lograr una intervención en el alcantarillado", afirma Gyles.

La zona deportiva y una antena, los deberes que le quedan por hacer

Además de obras de pavimentación, alumbrado público y reconstrucción urbana, Gyles creó el despacho para la asociación de mujeres, una asociación cultural y dejó una oficina para los jóvenes. Le pesa no haber podido renovar la zona deportiva por falta de recursos económicos ni tampoco haber instalado la antena de telefonía móvil por lo que ella llama "problemas burocráticos".

La agricultura es la única actividad económica de la región. La alcaldesa cree que si hubiese otras fuentes de empleo, "los jóvenes no tendrían que emigrar y dejar atrás a un pueblo envejecido".Por eso propuso crear paquetes turísticos para ofrecer a los visitantes conocer las instalaciones del Aeròdrom d'Alfés y sobrevolar en una avioneta por pocos minutos, los principales lugares que fueron bombardeados durante la Guerra Civil española en 1937.

Nunca se ha sentido extranjera en Alfés y le gusta la serenidad del pueblo. Se alegra de que aún los niños puedan jugar tranquilamente y que se respire un aire libre de contaminación. "Creo que no hay diferencia entre ser una alcaldesa de origen extranjero o una alcaldesa autóctona, la responsabilidad y el trabajo son exactamente iguales", resalta Gyles.

Sigue en política

Por ahora no piensa abandonar Alfés. Vive allí con su esposo y su hija, de 17 años. Ann no descarta continuar en la política, pero mientras llegan nuevas oportunidades continúa con su trabajo como profesora de inglés y traductora.Justo por estos días está terminando de traducir un libro de poesía del neerlandés al catalán.Por ahora, sigue en las listas de ERC.

Son dos los alcaldes de nacionalidad extranjera en España. Claude George Edgar Doppia es un francés que está al frente del Ayuntamiento de Rollán, un municipio de la provincia de Salamanca.

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