Una reforma con claroscuros que nace con la oposición de rectores y sindicatos

    • El Gobierno dice que las familias se ahorrarán 150 millones en tasas, que aporta flexibilidad y que nos acerca a Europa, donde la mayoría de los países compatibilizan carreras de tres y cuatro años.
    • Para los sindicatos supone una devaluación de la enseñanza y asegurán que perjudicará a los estudiantes con menos recursos. Los rectores critican la precipitación y la falta de consenso.
Llegan los grados de 3 años más 2 de máster con críticas del sector educativo
Llegan los grados de 3 años más 2 de máster con críticas del sector educativo

En las universidades españolas convivirán carreras de tres años -más uno o dos de máster- con las de cuatro años, con uno de máster. El Gobierno ha aprobado una trascendente reforma educativa, que en principio nos acerca a Europa -la mayoría de los países compatibilizan las dos opciones-, nos proporcionará mayores opciones y flexibilidad y, según el Ejecutivo, supondrá que las familias se ahorren 150 millones de euros en tasas.

Estos son los aspectos positivos aportados por el Gobierno, que sin embargo no comparten la mayoría de los interlocutores educativos -rectores, estudiantes y sindicatos-, que además señalan que la reforma supone una devaluación de la enseñanza pública.Los pros de la reforma

La iniciativa, que implica una adaptación al entorno europeo, supondrá además la posibilidad de acceder un año antes al mercado laboral si se opta por los estudios de tres años más otro de máster, hasta ahora inexistentes en España.

En Europa, las mayoría de los países combinan las carreras de tres y cuatro años, e incluso más, -entre ellos Alemania, Holanda, Irlanda y Reino Unido-, aunque también los hay que solo contemplan la carrera de tres años, como Francia, Italia o Finlandia.

Una minoría, apuesta por la carreras de cuatro años -el mismo modelo que tenía España hasta ahora-. Sin embargo, son países poco punteros educativamente, como Turquía, Armenia, Ucrania, Grecia, Kazajistán o Chipre.

La medida aporta flexibilidad al sistema educativo, ya que da opción de elegir el tiempo que queremos dedicar a cursar nuestra carrera. Sin embargo, con menos años dedicados a nuestros estudios se resentirá ligeramente la formación, pero al tiempo la inversión será menor -por el ahorro de un año de máster- y facilitará la entrada anticipada al mercado laboral.En contra de la medida

En contra de la medida se han manifestado buena parte de los rectores, los estudiantes, los sindicatos y los partidos de la oposición. Entre sus argumentos está la supuesta carestía de la carrera -un crédito de máster cuesta el doble que uno de grado-; la falta de homologación o la devaluación de los estudios.Rectores

Los rectores de las universidades públicas sevillanas aseguran que la medida del Gobierno ha sido precipitada y han denunciado la falta de consenso que ha existido durante su tramitación. El rector de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), Vicente Guzmán, destaca que la medida ha sido implantada con informe negativo del Consejo de Universidades y del Consejo de Estado, argumento compartido por su homólogo en la Universidad de Sevilla (US), Antonio Ramírez de Arellano.

Por su parte, el presidente de la CRUE, Manuel López, afirmó recientemente que la posibilidad de que coexistan grados de entre 180 (tres años) y 240 créditos (cuatro años) provocará "contradicciones y confusiones" para los alumnos y la sociedad.

Por ello, López pidió "una moratoria de dos años" para acordar esos criterios en las instituciones docentes porque, de no ser así, los estudiantespueden encontrarse una misma titulación de grado de tres o de cuatro años, según las universidades, "de forma inmediata".

El Gobierno contestó a los rectores a través de la secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Montserrat Gomendio, que aseguró que el ministerio ha recibido "muchas peticiones de rectores" para que el Gobierno flexibilizase los grados universitarios, como finalmente ha hecho.

Los rectores pidieron al Ministerio de Educación en octubre de 2006, a través de un informe, una flexibilización del sistema educativo universitario. "Podría optarse por una posición más flexible en la que existieran grados entre 180 y 240 créditos. No está claro que todos los grados necesiten ni deban tener una misma carga de créditos", señalaban.Estudiantes

Mientras, la Coordinadora Andaluza de Representantes de Estudiantes (CARE), que ha criticado la reforma de los grados universitarios, criticando que dicho cambio se ha ejecutado de forma "unilateral", dejando "una universidad elitista" en interés de "quien más tiene".

Por su parte, el Sindicato de Estudiantes ha asegurado que el decreto devalúa el título universitario. "Wert nos va a tener enfrente", dijeron los representantes de los estudiantes, "No les vamos dejar que el acaben con el derecho de estudio de los hijos de los trabajadores". Otra de las críticas es que se despedirá a miles deprofesores y que es una forma indirecta de contribuir a la financiación de la universidad privada.Partidos

El PSOE rechazó la reforma impuesta por el Gobierno de Rajoy y aseguró que "carece de todo sentido". "Una vez más nos encontramos con una agresión directa a la comunidad educativa con la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) a la cabeza", señaló José Miguel Pérez. secretario de Educación del PSOE.

El dirigente socialista consideró que "no tiene sentido acometer una reforma sobre el contenido y duración de las titulaciones universitarias sin una evaluación rigurosa del proceso de implantación del Plan Bolonia". La única justificación y "las prisas" del Gobierno se justifican "por la deliberada voluntad de demoler el sistema público universitario, justificar más recortes en personal Docente e Investigador y degradar la calidad de la enseñanza superior". En definitiva, para el socialista, "el Gobierno quiere una educación universitaria solo para quien pueda pagársela".Sindicatos

Mientras, los responsables sindicales de CCOO, UGT, CSI-F y CSIG denunciaron en un manifiesto conjunto que la medida "pretendeconvertir las universidades en empresas de servicios educativos" y "generará nuevas disfunciones" en el sistema universitario al introducir posibilidades como que un mismo título tenga diferente duración y carga lectiva en dos universidades vecinas.

Además, según el comunicado hecho público en las concentraciones ante los rectorados, critican que la decisión del Ministerio se ha efectuado "sin evaluar los nuevos grados" (que comenzaron a implantarse en 2007 en el marco del Plan Bolonia) y "sin debate con la comunidad universitaria, sin debate político ni social, sin una evaluación de la implantación de la última modificación legislativa y sin una justificación creíble de sus propuestas".Huelgas y protestas

"Ni el Sindicato de Estudiantes ni la Conferencia de Rectoresde las Universidades Españolas, ni lossindicatos de enseñanza, ni el Consejo de Estadoestán de acuerdo con la reforma", aseguró a Europa Press el responsable de Enseñanza Universitaria de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT (FETE-UGT), Ramón Sans.

"Si se atreven a aprobar esto, que sepa el ministro Wert que nos va a tener enfrente, que la juventud se va a levantar", ha advertido, en declaraciones a Efe, la secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Ana García.

Este sindicato avanzó que, de salir adelante esta reforma, los estudiantes saldrán a la calle yhabrá "una gran huelga de enseñanzas medias y universidad" para decirle al PP que no "les vamos a dejar que en los cuatro días que le quedan al frente del Gobierno acaben con la educación pública y el derecho al estudio para los hijos de los trabajadores".

Por su parte, las universidades públicas andaluzas han acogido este viernes, con carácter general, actos de protesta y movilizaciones con motivo de la aprobación por parte del Consejo de Ministros de la reforma que permitirá la flexibilización de los Grados universitarios para propiciar titulaciones en tres años, más otros dos de máster, también llamado el decreto '3+2'.

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