Santiago de Compostela, 9 mar.- Unas cinco mil personas de las cuatro provincias gallegas se han manifestado hoy en Santiago de Compostela contra la reforma de la ley de interrupción voluntaria del embarazo convocadas por la "Plataforma gallega por el derecho al aborto".
La marcha, que se inició en la estación del tren y concluyó en la plaza de A Quintana, en el corazón del casco viejo compostelano, fue apoyada también por los partidos políticos de la oposición y las centrales sindicales, cuyos dirigentes participaron en la marcha.
La manifestación estaba encabezada por una pancarta de la plataforma convocante con la leyenda "Aborto libre y gratuito. Las mujeres decidimos", y durante la marcha se corearon lemas como "Ni en Londres ni en Portugal, aborto legal en la Seguridad Social" o "Aborto legal, fuera del Código Penal".
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, fue objeto de críticas, gritos de dimisión y acusaciones de ser marioneta del Opus Dei, y también hubo referencias al presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, al que le pidieron: "Déjame en paz Rouco Varela, este es un mensaje de María Magdalena"; y de rechazo a la Conferencia Episcopal, "por machista y patriarcal".
En la plaza de A Quintana, una docena de mujeres de la plataforma convocante leyeron un comunicado y afirmaron que "ni un Gobierno misógino y retrógrado, ni una Conferencia Episcopal inquisitorial nos hará renunciar a nuestros derechos".
En el escrito también se rechazaron las políticas del Gobierno gallego en este ámbito y denunciaron que "en la Xunta comenzaron por la eliminación de organismos como el Servizo Galego de Igualdade, los Centros de Información a las Mujeres y los Centros de Orientación Familiar, poniendo impedimentos para acceder a métodos contraceptivos, junto con la puesta en marcha de la retrógrada Ley de apoyo a la familia y a la convivencia", con lo que pretende -sostienen- situar "a las mujeres en la esfera doméstica".
En el comunicado, las convocantes denunciaron que el 90 por ciento de las mujeres que abortaban con la actual ley ahora tendrán que hacerlo de forma ilegal, de manera que, mientras que las que tengan recursos económicos podrán salir al extranjero, las que no los tengan "arriesgarán la salud y la vida recurriendo a un aborto clandestino".
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