Unos 3.500 microbuses bloquean las principales avenidas de Río de Janeiro

  • Unos 3.500 microbuses bloquearon hoy las principales avenidas de la zona céntrica de Río de Janeiro en una protesta de propietarios y conductores que piden al Gobierno municipal concesiones especiales para ese medio de transporte alternativo.

Río de Janeiro, 15 ago.- Unos 3.500 microbuses bloquearon hoy las principales avenidas de la zona céntrica de Río de Janeiro en una protesta de propietarios y conductores que piden al Gobierno municipal concesiones especiales para ese medio de transporte alternativo.

El Movimiento en Defensa del Transporte Alternativo reclama que los microbuses hagan parte del sistema integrado de la ciudad, a través del billete único que le permite al usuario su movilización en el metro, autobuses y trenes metropolitanos.

Los manifestantes piden también que las llamadas "vans" puedan circular en los corredores preferenciales y usar los puntos de parada de los autobuses.

Los promotores del "Día sin vans" se concentraron en las primeras horas de la mañana en las afueras del estadio Maracaná y luego se movilizaron por diferentes puntos de la ciudad, como la Plaza de la Bandera y las avenidas Presidente Vargas y Río Branco, en el centro de la ciudad.

Posteriormente los conductores de centenares de microbuses estacionaron sus vehículos en una de las pistas de la vía que transcurre por el parque Aterro de Flamengo, en los alrededores del aeropuerto Santos Dumont, formando un embotellamiento que se extendía hasta más allá del centro de la ciudad.

Los organizadores de la protesta señalaron que los microbuses transportan diariamente en Río de Janeiro a un millón y medio de personas, la mayoría habitantes de barrios pobres de los cerros y la periferia que no tienen servicio de autobús.

El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, explicó a los periodistas que los microbuses regularizados se han integrado "gradualmente" al sistema unificado de transporte de la ciudad y acusó a las cooperativas que promueven la manifestación de formar parte de un complot con carácter político.

"Todos los que participan del movimiento tienen permiso de la Alcaldía (para protestar), pero ellos pueden ser usados como masa de una maniobra política de los dueños de las cooperativas en un año de elecciones y mi postura es clara: quiero organizar, pero no es tarea fácil", declaró Paes a la Radio CBN.

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