Urgen a que en Venezuela se solucione por la vía pacifica la crisis política

  • Las manifestaciones a favor y en contra del Gobierno venezolano se siguen registrando hoy por todo el mundo con llamados a un diálogo pacífico entre las partes, en un día en que el líder opositor Leopoldo López, pese a no confiar en la Justicia de su país, se entregó a las autoridades.

Bogotá, 18 feb.- Las manifestaciones a favor y en contra del Gobierno venezolano se siguen registrando hoy por todo el mundo con llamados a un diálogo pacífico entre las partes, en un día en que el líder opositor Leopoldo López, pese a no confiar en la Justicia de su país, se entregó a las autoridades.

Venezuela vive un clima de tensión tras varios días de protestas, después de que enfrentamientos dejaran tres muertos y decenas de heridos el pasado miércoles luego de una manifestación estudiantil, a lo que hoy se sumó la muerte de una persona en un ataque de un grupo violento a una cooperativa en Caracas.

El Gobierno responsabiliza a López, quien tenía una orden de captura y se entregó hoy a la Guardia Nacional tras encabezar una multitudinaria manifestación, por esos incidentes y, asimismo, culpó a EE.UU. de la violencia que se ha venido repitiendo en Caracas y otras ciudades durante estos días.

Por su parte, EE.UU. anunció que estudia qué acciones tomará tras haber recibido la confirmación de la expulsión de tres de sus funcionarios consulares en Caracas, confirmó la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, en un comunicado.

Psaki subrayó que "el Gobierno venezolano intenta distraer la atención de sus propias acciones culpando a EE.UU. o a otros miembros de la comunidad internacional" y aseguró que "estos esfuerzos reflejan una falta de seriedad por parte del Gobierno de Venezuela para hacer frente a la grave situación que enfrenta".

En tanto, el Gobierno de Nicolás Maduro continúa recibiendo el apoyo de sus aliados como el presidente de Bolivia, Evo Morales, que en declaraciones a Telesur acusó de nuevo a EE.UU. de conspirar y financiar un intento de golpe de Estado en Venezuela.

El mandatario uruguayo, José Mujica, rechazó "cualquier injerencia del exterior" que pueda darse en la situación interna de Venezuela y pidió que sus problemas se resuelvan "en paz" y dentro de la Constitución.

En el mismo sentido, el presidente peruano, Ollanta Humala, instó a realizar el máximo esfuerzo "para que la democracia y el respeto a los derechos de todas las personas, cualquiera sea su posición política, prevalezca".

Por su parte, el gobernante de Colombia, Juan Manuel Santos, llamó al diálogo entre el Gobierno y la oposición y afirmó que está "dispuesto" a contribuir en cualquier acción que permita restablecer la estabilidad en el país vecino.

Santos pidió respeto a los derechos de los colombianos que viven en Venezuela y advirtió que algunos de ellos han denunciado haber sido deportados "sin justa causa".

Las declaraciones de Santos no fueron bien recibidas por Maduro, quien le respondió que se ha vuelto a equivocar hablando de la situación interna del país y le dijo que no le dé lecciones de democracia a él.

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) manifestó, por su parte, su "preocupación" e instó al Gobierno a propiciar el diálogo.

Desde Brasil, donde realiza una visita oficial, el ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, William Hague, declaró que el Gobierno británico está "muy preocupado por la violencia" y también por "los informes de detenciones de activistas de la oposición".

Junto a Hague, el canciller de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, dijo que el Gobierno de Dilma Rousseff "sigue con mucha atención" el desarrollo de la crisis y confía en que "haya una convergencia" dentro del más estricto "respeto a las instituciones democráticas".

A su vez, la organización Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (RedLad) pidió a la Organización de Estados Americanos (OEA) intermediar en la situación con una misión que sea encabezada por el expresidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz Óscar Arias.

Consultado por Efe, Arias explicó que no ha leído la carta, pero dijo sentirse "muy honrado de que se haya pensado" en él.

De su lado, Panamá exhortó a la sociedad venezolana a entablar un diálogo "sin precondiciones", como la "vía idónea" para solucionar la crisis política.

La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying, sostuvo que su país espera que Venezuela y EE.UU. "se adhieran a los principios de igualdad y respeto mutuo, aumenten el diálogo y mejoren sus relaciones", en referencia al enfrentamiento entre las dos naciones generado a partir de este tema.

A su vez, el Gobierno sirio condenó "rotundamente" lo que consideró intentos de desestabilizar Venezuela y de dar un golpe de Estado contra el Ejecutivo de Maduro.

El presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Joseph Daul, pidió al Gobierno de Venezuela que ponga "fin a la violencia contra su propia población" y llamó a las autoridades a "respetar los derechos de expresión y protesta pacífica".

La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) condenó los ataques que sufren los periodistas en el "clima de tensión" que vive Venezuela y en el que se han registrado ataques y agresiones a comunicadores.

En México, el secretario general de Amnistía Internacional (AI), Salil Shetty, deploró que el Gobierno de Venezuela no esté respetando "el derecho a la protesta pacífica" de sus opositores y demandó que se permita la libre expresión de grupos críticos con el Ejecutivo.

"Responsabilizamos al Gobierno venezolano de la vida e integridad física de Leopoldo López, que está bajo su custodia" y "debe garantizar su seguridad", dijeron, por su parte, los grupos Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) y la opositora Mesa de la Unidad Democrática en Miami (EE.UU.).

En la capital de Nicaragua, cientos de oficialistas y opositores, la mayoría jóvenes, se manifestaron por la situación en Venezuela, sin incidentes, aunque sí en medio de tensión.

Y un grupo de venezolanos residentes en Australia se reunieron frente a la Casa de la Ópera de la ciudad de Sydney para solidarizarse con los estudiantes que protestan contra el Gobierno venezolano.

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