Madrid, 22 ago.- El preso etarra enfermo de cáncer Iosu Uribetxebarria Bolinaga ha abandonado hoy la huelga de hambre que mantenía desde hace quince días para reclamar su excarcelación, que debe decidir la Audiencia Nacional una vez que reciba y valore los informes médicos sobre su estado su salud.
La decisión de poner fin a su protesta se produce después de que el pasado viernes la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias le otorgara el tercer grado por razones humanitarias y "a los exclusivos efectos de que se confeccione el expediente de libertad condicional por enfermedad".
Ese expediente lo ha incoado la Junta de Tratamiento de la cárcel de Zaballa (Álava), prisión responsable del recluso una vez que éste fue trasladado el pasado 1 de agosto desde el centro penitenciario de Mansilla de Mulas (León) al Hospital Donostia de San Sebastián para recibir tratamiento médico.
La Junta ha remitido el expediente de libertad condicional al Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, cuyo titular, el magistrado José Luis Castro, es quien tiene la última palabra para decidir sobre la puesta en libertad del secuestrador del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara.
Para adoptar una decisión, Castro debe contar también con los informes médicos reclamados por su compañero Santiago Pedraz -que lo sustituía la semana pasada- al hospital donostiarra y a Prisiones para saber si Uribetxebarria puede ser tratado por los servicios penitenciarios hospitalarios.
El pasado lunes llegó a la Audiencia Nacional el informe forense elaborado en el centro hospitalario sobre el estado de salud del preso, si bien la Fiscalía consideró que estaba incompleto al no estar firmado por "personas concretas", sino por una comisión médica, cuyos integrantes no figuraban en el documento.
Asimismo, el Ministerio Público alertó de que tampoco figuraba el historial clínico del paciente ni sus antecedentes médicos.
Tras esta advertencia de la Fiscalía, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias envió al juez central de Vigilancia Penitenciaria el listado de los facultativos que habían suscrito dicho informe con la "expresa referencia" de que diera traslado al Ministerio Fiscal.
Junto a esa relación de médicos, Prisiones remitió también el historial clínico del interno.
La clínica forense de la Audiencia Nacional debe valorar esos documentos y elaborar un informe que constate el estado de salud de Uribetxebarria que servirá al juez para decidir sobre su libertad condicional.
Antes de adoptar esa decisión, la Fiscalía tiene que emitir, una vez que conozca los informes médicos, su informe sobre la conveniencia o no de excarcelar al terrorista, lo que, según informaron el pasado lunes fuentes jurídicas, puede demorarse unos diez días.
Según informó el Servicio Vasco de Salud, Osakidetza, "los resultados de las pruebas diagnósticas" realizadas a Uribetxebarria indican que "la situación clínica del paciente" es "irreversible".
La clasificación en tercer grado del terrorista obedece a la aplicación del artículo 104.4 del Reglamento Penitenciario que contempla la posibilidad de otorgar el tercer grado a un preso por razones humanitarias o por enfermedad grave, caso que concurre en este recluso, que padece una "enfermedad muy grave, irreversible e incurable", según informó Prisiones.
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