Urrusolo Sistiaga sale definitivamente de prisión tras pasar 19 años en la cárcel

    • El histórico miembro de ETA José Luis Urrusolo Sistiaga ha salido este domingo de la prisión de Zaballa en Álava y ha quedado definitivamente en libertad tras pasar 19 años en la cárcel.
    • Actualmente se encontrabaacogido a la 'Vía Nanclares'en la cárcel alavesa de Zaballa y había sido expulsado de ETA.
Urrusolo Sistiaga, condenado a 119 años por la muerte de 3 policías en 1991
Urrusolo Sistiaga, condenado a 119 años por la muerte de 3 policías en 1991

El histórico miembro de ETA José Luis Urrusolo Sistiaga ha salido este domingo de la prisión de Zaballa en Álava y ha quedado definitivamente en libertad tras pasar 19 años en la cárcel, según han confirmado fuentes del centro penitenciario alavés a Europa Press.

Las mismas fuentes han señalado que la salida de Urrusolo Sistiaga de la prisión alavesa se ha producido alrededor de la diez de esta mañana.

Urrusolo Sistiaga fue condenado a más de 600 años de cárcel por haber participado al menos en nueve asesinatos y los secuestros de los empresarios Emiliano Revilla y Diego Prado de Colón.

Actualmente se encontraba acogido a la 'Vía Nanclares' en la cárcel alavesa de Zaballa y había sido expulsado de ETA. Urrusolo Sistiaga había disfrutado de varios permisos ordinarios de salida de prisión, aunque permanecía en segundo grado.

Había solicitado el tercer grado, pero siempre le fue denegado porque las autoridades judiciales consideraban que no colaboraba con la Justicia en el esclarecimiento de atentados sin resolver.No quiere delatar a otros etarras

No solo eso. El año pasado, Sistiaga evitó en el juicio celebrado contra Juan Jesús Narváez Goñi identificarle como el compañero del 'comando Ekaitz' con quien mató a dos policías en 1991 en Barcelona porque "han pasado 25 años"

El etarra ha explicado en muchas ocasiones que él mantenía discrepancias con la organización desde la ruptura en 1988 de la tregua declarada a raíz de las conversaciones de Argel. "Yo pensaba que se tenía que haber llegado a un acuerdo y comenzaba a ver que la actividad de ETA no tenía sentido", ha dicho.

Esas diferencias, no obstante, no le impidieron participar en el asesinato de los dos policías el 13 de diciembre de 1991 tras formar parte de un "comando itinerante" que se "movía en una furgoneta de un sitio para otro". "Recuerdo el atentado en sí, pero han pasado 25 años y hay muchas cosas de las que no me acuerdo bien", aseguró en el juicio contra Narváez Goñi.Críticas de las víctimas a la Vía Nanclares

Muchas víctimas de ETA llevan años denunciando el fraude que supone la Vía Nanclares para ellos. Es el caso de Miguel Ángel Madariaga, un guardia civil contra el que ETA cometió un atentado en 1979. Su compañero murió en el acto y él salvó la vida, pero a un precio alto: tiene una bala alojada en la pierna, nódulos en el pulmón, problemas intestinales y el brazo derecho inútil.

Su verdugo, Kepa Pikabea, es uno de los referentes de la Vía Nanclares. Y a pesar de disfrutar de todo tipo de beneficios, algunos incomprensibles como poder declarar por videoconferencia cuando lo pide la Audiencia Nacional sin que esté justificado por ninguna causa, se niega a colaborar con la Justicia y a esclarecer cerca de una treintena de asesinatos.

"En un principio la Vía Nanclares tenía su finalidad, como era beneficiar aquellos que habían dado un paso adelante para abandonar la lucha armada. No estoy de acuerdo en cómo se ha llevado a la práctica y en los beneficios adquiridos a cambio de nada. Pueden darte la mano y pedir perdón en general por todos los atentados cometidos por ETA, pero en ningún momento ni confiesan ni piden perdón por los atentados cometidos por ellos mismos. La colaboración con la Justicia está cogida con alfileres. Ninguno de los presos de la Vía Nanclares lo ha hecho, pero se le han seguido concediendo beneficios. No tengo ningún afán de venganza, me parece bien que salgan de la cárcel, siempre que colaboren y digan qué asesinatos han cometido", mantiene Miguel Ángel Madariaga.

Para él, como para muchas víctimas, la Justicia les ha fallado y ha permitido que etarras como Pikabea o Sistiaga consigan sus objetivos: "beneficiarse del sistema a cambio de nada".

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