Madrid.- El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha insistido en que el plan de afloramiento de la economía sumergida no va a suponer una amnistía para empresarios y trabajadores, si no una serie de "facilidades" para que las deudas con la Seguridad Social se resuelvan con "aplazamientos".
En una entrevista publicada hoy en la nueva revista digital de la Seguridad Social, Activa, Gómez ha recordado que el plan de choque está incluido en el Pacto sobre el Euro aprobado por la UE y que tendrá dos fases: una primera de regularización de la situación y una segunda que supondría un "endurecimiento" de las sanciones.
En cuanto a la reforma de la negociación colectiva, el ministro ha destacado que la "sensación" que siguen transmitiendo los agentes sociales (CEOE, CCOO y UGT) es que es posible el acuerdo.
Por ello, ha afirmado que "merece la pena esperar unos días, unas semanas, pocas semanas" para que culmine la negociación.
CEOE, CCOO y UGT van a intensificar esta semana los contactos para intentar llegar al acuerdo antes de Semana Santa.
De la reforma laboral el ministro de Trabajo ha indicado que no tiene una opinión "desfavorable en cuanto a su evolución", pero considera que es pronto para evaluarla porque lleva "muy pocos meses funcionando" y lo ha hecho en un contexto de crecimiento "negativo".
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