
Bernardo Montoya, el asesino confeso de Laura Luelmo, que ingresó en en la cárcel de Huelva el pasado 22 de diciembre por orden de la juez de Valverde del Camino (Huelva) encargada de la investigación, todavía sigue presente en El Campillo. A pesar de que tardará en volver al municipio, los vecinos siguen conmocionados por el crimen que supuestamente perpetró, quieren evitar que él o alguien de su familia regrese a la vivienda y decidieron asaltar su vivienda en Año Nuevo.
La casa donde vivía Bernardo Montoya fue asaltado este martes 1 de enero por un grupo de vecinos, según recoge el Diario de Huelva. La vivienda, que es propiedad del padre de Montoya, está ubicada en la calle Córdoba de El Campillo y fue donde, presuntamente, Bernardo Montoya llevó a la joven tras interceptarla al volver de un supermercado.
Precisamente otros vecinos del municipio onubense que viven cerca de la vivienda fueron quienes avisaron a la Guardia Civil tras escuchar ruidos y golpes y detectar movimiento. Los agentes procedieron a colocar un candado y cadenas en la casa para evitar más asaltos.
Según explica el medio local, los habitantes de El Campillo temen que el hermano gemelo de Bernardo Montoya, también en prisión por el asesinato de una mujer, se instale en la vivienda, ya que es propiedad del padre de ambos. Luciano Montoya todavía tiene que cumplir nueve años en prisión, pero ya cuenta con permisos penitenciarios, como el pasado 17 de diciembre, cuando estuvo en libertad por primera vez durante tres días.
Bernardo Montoya fue trasladado desde la cárcel de Huelva, donde se encontraba desde que fue detenido por el asesinato de la joven, a la prisión de Sevill II, en Morón de la Frontera, donde permanecerá a la espera de que se celebre el juicio.
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