Viernes negro para el conservador PP, cercado por la corrupción en España

"No hay ninguna financiación ilegal que a mí me conste en el PP de Madrid", afirmó su presidenta, Esperanza Aguirre, de 64 años, exdirigente de la región (2003-2012), en respuesta a preguntas de los diputados regionales sobre cómo había podido ignorar las presuntas malversaciones imputadas a algunos de sus colaboradores.

Esta comisión de investigación es una novedad: fue creada en octubre por el parlamento de la Comunidad Autónoma de Madrid. Tras las elecciones de mayo de 2015, entraron en la cámara nuevos diputados que hicieron campaña denunciando la corrupción, como los de Ciudadanos (centro-derecha) y los de Podemos (izquierda radical).

Exministra de Educación, expresidenta del Senado y peso pesado del PP, Aguirre aseguró haber supervisado los presupuestos de 17.000 millones de euros anuales de la región, y probablemente cometido "errores", pero dijo que no le constaban las supuestas malversaciones investigadas este viernes, atribuidas al departamento informático de la región.

El PP de Madrid es objeto de varias investigaciones relacionadas con su financiación o con presuntos sobornos cobrados por sus miembros a cambio de contratos públicos. Uno de esos casos, conocido como "trama Púnica", concierne atribuciones de obras por unos 250 millones de euros y el jueves provocó un registro en la sede del partido en la capital española.

El viernes, el abogado del PP tuvo que representar ante un juez al propio partido como persona jurídica en una investigación por el borrado de discos duros de los ordenadores del extesorero Luis Bárcenas, quien asegura que contenían importantes pruebas de una supuesta financiación ilegal del PP.

El partido, presidido por el jefe del gobierno saliente Mariano Rajoy, está también siendo investigado en su exbastión de Valencia, en el este del país, el archipiélago de Baleares y a nivel nacional, en más de 60 casos.

Los escándalos ya le pasaron factura: el PP fue el partido más votado en las legislativas de diciembre, pero perdió 67 de los 186 diputados que obtuvo en 2011, y con ellos la mayoría absoluta. Desde entonces, Rajoy no logra los apoyos necesarios para formar gobierno.

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