El acceso a un puesto de trabajo aporta independencia económica, social, psíquica y emocional a las víctimas de violencia de género.
Según este estudio, el trabajo “les permite salir del hogar, romper con el pasado, fomentar las relaciones personales y les proporciona autoestima y seguridad en sí mismas”.
Del informe también se desprende que las relaciones que establecen estas mujeres con el mercado laboral de forma autónoma suelen ser muy precarias, lo que les sitúa en riesgo de vulnerabilidad social.
Además, esta situación limita sus posibilidades de promoción y estabilidad laboral y, por tanto, su inclusión social.
De ahí la importancia de las entidades que realizan intermediación laboral con este colectivo, concluye el trabajo.
Violencia género. El trabajo, la puerta para salir del maltrato
NOTICIA
28.01.2011 - 00:00h
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