"Y la nave va"

  • ¿Tira ya la nave socialista pese a la sobrecarga que supuso alcanzar su suelo electoral hace apenas dos años? Alfredo Pérez Rubalcaba y su equipo creen que sí.

Eva Santos

Madrid, 3 feb.- ¿Tira ya la nave socialista pese a la sobrecarga que supuso alcanzar su suelo electoral hace apenas dos años? Alfredo Pérez Rubalcaba y su equipo creen que sí.

Rubalcaba cumple mañana dos años al frente del PSOE, periodo en el que ha tratado de recuperar a su partido como alternativa de gobierno y hacer frente a las críticas internas a su liderazgo y a los ataques del PP, el último lanzado ayer por el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, que le mandó callar o reconocer el esfuerzo que se estaba haciendo para salir de la crisis.

Unas palabras que han sido interpretadas por algunos sectores como el arranque de la precampaña para las elecciones europeas de mayo, que Rubalcaba ve con posibilidades de que gane el PSOE, convencido de que lo peor para su partido se ha acabado y de que, a partir de ahora, los socialistas van a ir a mejor.

Una seguridad que surge también de que se han sorteado dos años de problemas serios en el partido, que ve superada la "herencia" de José Luis Rodríguez Zapatero y que, al menos hasta ahora, ha logrado conjurar el fantasma de la división interna que suele aparecer tras una debacle electoral.

Con todo, quizás este mismo año los socialistas tengan que revivir la bicefalia -la convivencia entre un secretario general y un candidato a la Moncloa- de la que tan malos recuerdos guardan.

Se prevé que en noviembre se celebren las primarias para elegir el cartel de las elecciones generales y, si Rubalcaba opta por no presentarse, o se presenta y no gana, no quedaría más remedio que asumir la cohabitación, a menos que se acordase ir a un congreso federal extraordinario para elegir a un nuevo secretario general.

No obstante, habrá que esperar aún para conocer quiénes serán finalmente los contendientes que se presentarán a unas primarias abiertas para las que se barajan los nombres de Carme Chacón, Patxi López, Eduardo Madina, Pedro Sánchez o el propio Rubalcaba.

Al margen de lo que ocurra con las primarias, el PSOE ha revisado a fondo su proyecto político para encarar el futuro y se ha hecho "más rojo, más verde y más morado". También abanderan los socialistas la lucha contra la "contrarreforma" de la ley del aborto que pretende aprobar el Gobierno de Rajoy.

Quizás por eso o por el desgaste del Gobierno, no faltan encuestas últimamente que apuntalan la tesis de la mejoría, con buenos augurios para el PSOE en las próximas elecciones europeas e incluso para las generales, si Mariano Rajoy tuviera la ocurrencia de adelantarlas.

Han sido dos años no exentos de zancadillas internas y crisis sobrevenidas que en no pocas ocasiones han llevado al PSOE al borde del acantilado: las desavenencias con el PSC por el derecho a decidir, el caso Ponferrada, los ERE fraudulentos en Andalucía, la Fundación Ideas y Amy Martin, el constante cuestionamiento del liderazgo de Rubalcaba por parte de sectores críticos...

La consulta soberanista en Cataluña estuvo en un tris de romper la relación de 35 años del PSOE y el PSC.

Tuvieron que irse hasta Granada para firmar unas nuevas capitulaciones, que pasan por proponer la reforma federal de la Constitución, de momento sin demasiado éxito.

En este segundo año de su mandato, Rubalcaba ha podido disfrutar de ver cómo cruzaba el charco su eterna contrincante, Carme Chacón, que hizo un "paréntesis" en la política nacional para marcharse a dar clase a los Estados Unidos. Eso sí, promete volver en mayo con las pilas cargadas.

También ha sido el año en el que Rubalcaba pidió la dimisión del presidente Rajoy por el caso Bárcenas y vio nacer una nueva estrella en el firmamento socialista, Susana Díaz, nombrada meteóricamente presidenta de la Junta de Andalucía y del PSOE andaluz en sustitución de José Antonio Griñán.

En el ecuador de su mandato, el líder socialista tendrá ocasión de que los ciudadanos examinen al nuevo PSOE en las elecciones europeas, las primeras de ámbito nacional desde que el propio Rubalcaba encabezara el proyecto que se estrelló el 20 de noviembre de 2011 hasta conseguir el peor resultado electoral del PSOE.

Por eso están todos volcados en las europeas de mayo y, por eso, están tratando de buscar una lista lo más potente posible, que tenga por sí misma un efecto movilizador. Y todo ello en el mayor secreto posible, para no dar pistas al adversario.

Suenan los nombres de la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, y del diputado Ramón Jáuregui, encabezando una candidatura que, si se confirman las especulaciones, estará repleta de exministros.

Hasta marzo, no obstante, no se sabrá con certeza.

Como en aquella película de Federico Fellini, Rubalcaba sabe que ha cargado en estos dos años con el "peso" que dejó al PSOE la etapa de Zapatero y puede pensar que, pese a él, está consiguiendo su objetivo: "Y la nave va..."

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