Los yihadistas aíslan del mundo a Raqa ante la proximidad de un asalto

Con redadas en los cibercafés, la prohibición de salir de la ciudad y la apertura de más retenes, los yihadistas han aislado Raqa del mundo exterior para ocultar el avance de la alianza kurdo-árabe hacia su principal bastión en Siria.

Los más de 300.000 habitantes de Raqa ya tenían muy restringido el acceso a la información desde la toma de control de esta ciudad del nordeste por el grupo Estado Islámico (EI) en enero de 2014.

Pero el manto de silencio pesa más desde el 5 de noviembre, cuando comenzó la ofensiva de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), respaldadas por una coalición internacional liderada por Estados Unidos.

"Debido a las durísimas restricciones impuestas por Dáesh (acrónimo árabe del EI) a internet y a las antenas por satélite es muy difícil saber lo que ocurre realmente en la batalla por Raqa", afirma Musa, de 31 años.

La AFP se puso en contacto con él y con otros habitantes, que usan seudónimos para evitar represalias, por intermediario de "Raqqa is being Slaughtered Silently" (RBSS - Raqa es masacrada en silencio).

Esta organización es una de las pocas en mantener un vínculo entre la ciudad y el mundo exterior, sobre todo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

RBSS es un grupo de activistas constituido en secreto en abril de 2014. Documenta las atrocidades cometidas por el EI, desafiando la campaña de terror contra sus miembros, a los que los yihadistas asesinan tanto en Raqa como en el extranjero.

Si hablan de lo que pasa, los habitantes pueden ser detenidos o incluso asesinados. "Su único derecho es el de contar la propaganda del EI sobre sus supuestas victorias y repetir que Raqa es inexpugnable", precisa Musa.

El EI hace circular informaciones que le son favorables, como las explosiones de coches bomba o los atentados suicidas que, según dice, provoca la muerte de muchos kurdos.

Para conocer la realidad, "nos basamos en la gente que sigue la información por internet, pero es muy difícil y peligroso", añade Musa.

En los dos últimos años, el EI restringió considerablemente el acceso a internet, prohibiendo los enrutadores privados y dejando abiertos sólo a un puñado de cibercafés bajo estrecha vigilancia de hombres de confianza.

"Navego por internet con extrema prudencia", declara Ahmad, un antiguo activista de 22 años. El EI "cerró varios cibercafés" desde noviembre y "estableció nuevos puestos de control, añade.

Además, según Musa, en las últimas semanas llegaron combatientes de otras regiones. "Vemos a gente nueva, lo que demuestra que los miembros del EI viajan entre los distintos frentes de la provincia de Alepo, de la Raqa e incluso de Mosul" en Irak.

Muchos combatientes extranjeros viven con sus familias en Raqa, convertida en la capital de hecho del "califato" autoproclamado en Siria y en Irak.

Desde hace unos meses, "es imposible salir" de la ciudad, afirma Abu Mohamed, un militante de "Raqa is Being Slaughtered Silently", que afirma haber hablado con muchos residentes que se quieren ir.

"Pero descubrieron sus planes y fueron detenidos. Mataron a los que querían ayudarles", dijo.

Abu Mohamed cita el ejemplo de dos familias que intentaron huir con sus hijos para escapar de los bombardeos aéreos y de la paranoia creciente del EI. Pero, tras el arresto, los hombres fueron encarcelados y les confiscaron el dinero.

La batalla de Raqa se anuncia difícil, según expertos. Las FDS prevén dos fases: primero asedio y luego ataque.

Musa está impaciente: "La liberación es el sueño de todos los habitantes".

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