Yihadistas frustrados cometieron ataque en Kunming, según autoridades locales

  • Los agresores del ataque ocurrido el pasado sábado en Kunming, en el que murieron 29 personas, querían unirse a la yihad (guerra santa) en el extranjero, pero les fue imposible salir del país, lo que les llevó a cometer la masacre en China, según las autoridades locales.

Pekín, 6 mar.- Los agresores del ataque ocurrido el pasado sábado en Kunming, en el que murieron 29 personas, querían unirse a la yihad (guerra santa) en el extranjero, pero les fue imposible salir del país, lo que les llevó a cometer la masacre en China, según las autoridades locales.

El jefe del Partido Comunista en la provincia de Yunnan (sur), Qin Guangrong, aseguró que originalmente los sospechosos viajaron a esta región y a la provincia sureña de Cantón para tratar de salir de China y convertirse en "yihadistas en el extranjero", recoge hoy el diario oficial "Global Times".

No obstante, al no conseguir escapar a través del condado de Honghe de Yunnan, que limita con Vietnam, "conspiraron para comenzar su yihad" en Honghe o en la capital, Kunming, explicó Oin en Pekín, donde asiste como diputado a la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, legislativo).

Las declaraciones de Qin se basan en la confesión de la mujer que la Policía hirió y detuvo durante el ataque y quien permaneció inconsciente en un hospital hasta el pasado lunes.

Además de esta mujer, la Policía detuvo posteriormente a tres nuevos sospechosos en el condado de Honghe, de los que no han trascendido más datos.

Asimismo, los agentes mataron a disparos a cuatro atacantes que asaltaron la principal estación de tren de Kunming y atacaron indiscriminadamente con grandes cuchillos a la gente, causando además 143 heridos.

"Hemos puesto bajo vigilancia a las personas relacionadas con los ocho sospechosos", informó el líder provincial del Partido, quien añadió que las autoridades asumirán el gasto médico del tratamiento de los heridos en la masacre, la mayoría, emigrantes rurales.

Oin consideró que "hay que aprender del ataque", ya que confirmó que las fuerzas policiales en el sistema de transporte así como los sistemas de inteligencia no fueron "las adecuadas", pues no pudieron prever lo ocurrido.

"Además, existe una falta de conciencia antiterrorista", subrayó.

Frente a ello, el comisario político de la Policía de Yunnan, Zhang Guibai, anunció que los dispositivos de las fuerzas del orden "se han consolidado" en puntos clave de la capital para prevenir "nuevos ataques terroristas".

El primer ministro, Li Keqiang, se comprometió a tomar medidas "enérgicas" contra el terrorismo durante la apertura de la sesión anual de la ANP, en la que diversos legisladores y asesores políticos propusieron una ley antiterrorista específica, al considerar que la actual "no define ni juzga a terroristas".

El Gobierno defendió desde un primer momento que la masacre de Kunming fue un "atentado terrorista" perpetrado por fuerzas separatistas uigur de Xinjiang, región occidental de China, donde cohabitan los chinos de etnia uigur y de etnia han -la mayoritaria en China-, comúnmente enfrentados entre sí.

Mientras Pekín asegura que en esta región tienen presencia grupos terroristas en conexión con células en el extranjero, los uigures culpan a las autoridades de reprimir la religión y la cultura de su pueblo, lo que dicen que es caldo de cultivo para la violencia.

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