Yudhoyono jura su cargo con un discurso centrado en la economía y la lucha contra la corrupción

  • Yakarta.- El presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, juró hoy su cargo para un segundo y último mandato con la promesa de reactivar la economía, luchar contra la corrupción y promover las reformas administrativas.

Yudhoyono jura su cargo con un discurso centrado en la economía y la lucha contra la corrupción
Yudhoyono jura su cargo con un discurso centrado en la economía y la lucha contra la corrupción

Yakarta.- El presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, juró hoy su cargo para un segundo y último mandato con la promesa de reactivar la economía, luchar contra la corrupción y promover las reformas administrativas.

El reelegido jefe del Estado, un general retirado de carácter liberal, esbozó en un sobrio discurso de investidura las líneas políticas de los próximos cinco años, que discurrieron fieles a su lema de campaña "Lanjutkan" o "Más de lo mismo".

"Defenderemos el buen gobierno, combatiremos la corrupción, reduciremos la pobreza y mejoraremos el bienestar social", señaló Yudhoyono, y subrayó que, "con la ayuda de Dios, la República de Indonesia irá a mejor".

El mandatario, que ganó de forma abrumadora en las elecciones de julio pasado, expresó la necesidad de relanzar la economía y acelerar el crecimiento, a pesar de que Indonesia ha sido uno de los países menos afectados por la crisis financiera internacional.

Durante la campaña electoral, Yudhoyono se comprometió a alcanzar al final de la legislatura un crecimiento económico del 7 por ciento, desde el 4 por ciento que se estima que crecerá este año.

Para lograrlo, el presidente abogó por "profundizar las reformas" económicas y administrativas para atraer la inversión extranjera e impulsar el comercio, así como "seguir combatiendo la pobreza", que afecta a 100 millones de indonesios o el 40 por ciento de la población.

Yudhoyono, de 60 años, apuntó que para estas tareas seguirá contando con su actual equipo económico, de sólida formación académica y tendencia liberal, en el que repiten las hasta ahora ministras de Finanzas, Sri Mulyani, y de Comercio, Mari Elka Pangestu.

El nuevo vicepresidente del país, Boediono, un tecnócrata que ejerció como gobernador del Banco Central de Indonesia (BI), corrobora el énfasis de Yudhoyono por la economía.

El jefe de Estado indonesio ligó asimismo el crecimiento y la mejora general de las condiciones de vida al mantenimiento de la lucha contra la extendida corrupción, que lastra la capacidad de acción y financiación de la administración pública.

No obstante, la Comisión para la Erradicación de la Corrupción (KPK) atraviesa su peor momento, tras cinco años de intensa actividad, con la merma legal de sus competencias y las acusaciones policiales de corrupción interna.

Para los expertos, la elección del nuevo gabinete de Yudhoyono, que se anunciará oficialmente mañana, aunque algunos nombres ya se han filtrado, servirá para evaluar las prioridades y la determinación del gobernante.

La mayoría ha aplaudido la decisión de mantener el núcleo duro económico del anterior Ejecutivo e incluir nuevos tecnócratas en lugar de políticos.

Sin embargo, algunos analistas apuntaron que podría dañar la efectividad del Gobierno indonesio la necesidad política de dar entrada en el Gabinete a representantes de todos los partidos que conforman la coalición gobernante.

El mayor de estos socios es el Golkar, la antigua plataforma política del dictador Suharto y que ahora maneja la elite económica y empresarial conocida por bloquear las reformas.

Yudhoyono resaltó que Indonesia debe jugar un papel "más activo" dentro de la comunidad internacional, tanto "en la reforma de la economía mundial" como en el fortalecimiento del "multilateralismo" a través de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y del G-20.

En su discurso, el presidente indonesio no mencionó la amenaza latente del terrorismo islamista, a pesar de que abogó por "la tolerancia, la moderación y el aperturismo" en el país de mayor población musulmana, con más de 200 millones de fieles.

Yudhoyono tampoco citó la crisis medioambiental que atraviesa Indonesia, convertido en el tercer mayor emisor de dióxido de carbono (CO2) por la quema indiscriminada de sus selvas, algo que han criticado los grupos ecologistas.

En total, catorce colectivos distintos se manifestaron hoy frente a la sede del Legislativo indonesio, donde se celebró la ceremonia, que vigiló un fuerte dispositivo de más de 18.000 policías y soldados.

A la sesión de investidura acudieron jefes de Estado y Gobierno de Australia, Singapur, Malasia, Timor Oriental y Brunei, así como representantes de una decena de países.

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