Zapatero ofrece diálogo y pactos, pero Rajoy desconfía y pide su relevo

  • Madrid.- El éxito de los pactos económicos ofrecidos hoy por José Luis Rodríguez Zapatero ha quedado en el aire por la absoluta desconfianza del líder del PP, Mariano Rajoy, quien se ha mostrado abierto al diálogo, pero ha pedido elecciones anticipadas o que los socialistas retiren su apoyo al presidente.

Alonso reprocha a Rajoy su actitud "temeraria" y que haga "cero propuestas"
Alonso reprocha a Rajoy su actitud "temeraria" y que haga "cero propuestas"

Madrid.- El éxito de los pactos económicos ofrecidos hoy por José Luis Rodríguez Zapatero ha quedado en el aire por la absoluta desconfianza del líder del PP, Mariano Rajoy, quien se ha mostrado abierto al diálogo, pero ha pedido elecciones anticipadas o que los socialistas retiren su apoyo al presidente.

La posibilidad de que Zapatero ofreciese hoy un pacto contra la crisis se ha concretado ante el pleno del Congreso con el anuncio de que creará una comisión encabezada por la vicepresidenta Elena Salgado para buscar en dos meses acuerdos sobre competitividad, política industrial, déficit público y sistema financiero.

Todos los grupos han expresado su disponibilidad a sentarse con el Gobierno para explorar las vías de acuerdo, pero ha habido un escepticismo generalizado al estimar que el jefe del Gobierno tiene un excesivo optimismo y ha errado hasta ahora en sus respuestas a la crisis.

Rajoy ha encabezado esta posición y ha pedido a Zapatero que "se deje de mesas y comisiones" y rectifique "a fondo" su política económica.

La alternativa, a su juicio, es convocar elecciones o que los diputados socialistas reconsideren su apoyo a la investidura de Zapatero, petición interpretada por el Gobierno como una vuelta al discurso del "váyase, señor González" que protagonizó José María Aznar en la década de los noventa.

Ante esta actitud, Zapatero ha retado a Rajoy a tener la valentía y el coraje de presentar una moción de censura, ha tachado de "poco elegante" su petición a los socialistas y le ha recordado que ha tenido dos ocasiones de ocupar su puesto y ha fracasado.

Pero luego ha rebajado el tono y le ha instado a acudir a la mesa de diálogo sin condiciones y con propuestas.

"Creo que lo que los ciudadanos quieren que anticipemos juntos no son las elecciones, sino la recuperación económica y del empleo", ha dicho.

Zapatero se ha mostrado convencido de que hay acuerdos concretos posibles y se ha ofrecido a hablar personalmente con Rajoy, si es necesario, para facilitar el diálogo, al tiempo que ha insistido en estar dispuesto a aceptar varias de las propuestas del PP.

Las reuniones formales de la comisión gubernamental (formada por José Blanco y Miguel Sebastián además de Salgado) con los partidos comenzarán, previsiblemente, la próxima semana con un documento abierto del Ejecutivo, que espera traducir los acuerdos en leyes concretas antes del verano.

Para algo más tarde, a finales de año, es cuando Zapatero ha augurado que España empezará a crear empleo neto, aunque la recuperación empiece en el primer semestre.

Frente a las críticas prácticamente unánimes que ha recibido por los fallos de sus previsiones, ha garantizado que es "realista", y ha señalado que "el drama" que más tiempo durará será el de cerca del millón de jóvenes en paro y con baja cualificación.

Y ante las acusaciones de improvisación ha subrayado que las reformas están planificadas y anunciadas desde diciembre.

Zapatero ha insistido también en la necesidad de defender la solvencia de la economía española y de su deuda, y Rajoy ha rechazado que su desconfianza sea hacia España.

A su juicio, el riesgo es Zapatero y su Gobierno, al que ha instado a no subir los impuestos y a reducir un 25 por ciento el número de altos cargos como premisas para iniciar un diálogo.

"Dos años con esta política no la aguanta este país", ha resumido el líder del PP en los pasillos del Congreso tras concluir el debate y donde ha vuelto a proponer elecciones anticipadas.

En el resto de grupos ha habido más receptividad ante la oferta de Zapatero, aunque no han faltado los reproches.

Uno de los más firmes defensores del pacto, el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, ha emplazado a Zapatero a que lidere el acuerdo.

"CiU no quiere ser muleta absolutamente de nadie, sino palanca del crecimiento y del progreso de este país", ha subrayado.

Josu Erkoreka, portavoz del PNV, ha garantizado que acudirá al diálogo "sin criterios apriorísticos" y ha pedido a Zapatero que adopte medidas "impopulares y antipáticas" si son necesarias.

En nombre de ERC, Joan Ridao, ha tendido la mano a Zapatero pero le ha pedido "gestos" (como la reducción de altos cargos), y que deje de ser un "gran cocodrilo político", con una boca enorme para hacer discursos y unas orejas pequeñas para no escuchar.

Gaspar Llamazares, en nombre de IU e ICV, ha mostrado asimismo su voluntad de acuerdo, pero ha subrayado su desconfianza y ha solicitado retirar el aplazamiento de la edad de jubilación a los 67 años para comenzar a negociar con su grupo.

El resto de formaciones minoritarias ha seguido la misma línea, salvo la diputada de UPyD Rosa Díez, quien ha apostado por las elecciones anticipadas.

Mostrar comentarios