El biogás, la pieza menos conocida del puzle de la descarbonización

Es uno de los vectores energéticos clave para cumplir con los objetivos climáticos de la Unión Europea y para el desarrollo de la economía circular.

OFRECIDO POR ENAGÁS

La carrera por la descarbonización de la economía ya ha empezado. Dentro de ese contexto, los gases renovables van a ser fundamentales como nuevas soluciones energéticas, incluso en aquellos sectores en los que la electrificación no resulta factible para alcanzar un futuro neutro en carbono.

Con la Hoja de Ruta del Hidrógeno, aprobada por el Gobierno de España en octubre de 2020, comenzó el despliegue de este nuevo vector, considerado clave de cara a la neutralidad climática de España, con un sistema eléctrico 100% renovable para 2050.

Unos meses después, en julio de 2021, el Gobierno propuso una Hoja de Ruta del Biogás, sacando su propuesta a información pública. El biometano, que se obtiene sometiendo el biogás a un proceso de limpieza, es otro vector energético renovable y esencial para conseguir alcanzar los objetivos de descarbonización y el desarrollo de la economía circular.

Aunque en España este despliegue todavía se encuentre en fase inicial, ya es una realidad en otros países como Alemania, Francia y Reino Unido, que cuentan en total con más de 400 plantas conectadas a sus redes de infraestructuras gasistas. Los planes de nuestro país, impulsados por el Ministerio para la Transición Energética y el Reto Demográfico, buscan multiplicar por 3,8 la producción sostenible de este gas de origen renovable de cara a 2030, además de multiplicar por 50 la producción actual de biometano inyectado en red en España. De cumplirse este objetivo, se evitaría la emisión a la atmósfera de aproximadamente 2,1 millones de toneladas de CO2 equivalente al año.

Fuente: Enagás

Cien por cien renovable

El biometano se define como la energía verde obtenida de los residuos. “Se trata de un recurso energético poco conocido, pero con un enorme potencial para la descarbonización y para el desarrollo de la economía circular, especialmente en las zonas más despobladas, permitiendo una valorización energética y una mejor gestión de los residuos”, explica Jesús Gil, director de Innovación y Nuevas Energías de Enagás.

Su obtención se realiza mediante el proceso de limpieza del biogás a través de la digestión anaerobia, es decir, sin oxígeno, de los residuos de tipo orgánico. Entre otras aplicaciones, puede utilizarse en procesos termo-intensivos o difícilmente electrificables, como la industria intensiva en uso de energía térmica, pero también es óptimo para ser usado, ya convertido en biometano, como combustible en el transporte pesado.

“Aprovechando los residuos, obtenemos una energía de origen renovable y también la valorización energética de los residuos, de tal manera que fomentamos una economía circular de toda la cadena de valor del residuo”, apunta Gil. El biogás es clave en el desarrollo de la economía circular de los residuos, tal y como recoge el Pacto Verde Europeo y las leyes de Cambio Climático y Transición Energética europea y española.

Dinamizador de la economía local

Del mismo modo, la producción de biometano es un agente dinamizador de la economía local: este gas renovable permite obtener la energía en distintos entornos de forma 100 % limpia y con posibilidad de almacenaje, por lo que su desarrollo ayuda en aspectos como la reactivación de zonas rurales, además de aportar valor económico y generar empleo. Es una oportunidad para la dinamización económica, especialmente en las zonas afectadas por el proceso de transición energética.

Otro de las ventajas del biogás es que permite reducir la dependencia energética del exterior. Se trata de una energía autóctona que, combinada con otros gases renovables como el hidrógeno, hace posible desacoplar progresivamente esta dependencia en España, mejorando la seguridad en el suministro energético y, a largo plazo, da la posibilidad a nuestro país de convertirse en exportador de energía verde.

21 proyectos en marcha

Enagás, compañía de infraestructuras energéticas, contribuye al proceso de descarbonización global por distintas vías. Por un lado, impulsa medidas de eficiencia energética en su propia operativa, con el objetivo de convertirse en una empresa neutra en carbono en 2040; por otro, apoya el proceso de transición energética gracias al desarrollo de proyectos de gases renovables en todas las comunidades autónomas y en colaboración con más de 60 socios, con una inversión conjunta que puede ascender a un total de 6.300 millones de euros.

Enagás desarrolla proyectos de gases renovables en todas las comunidades autónomas con más de 60 socios

En el ámbito del biogás/biometano, impulsa 21 proyectos junto a más de veinte socios. En este aspecto, la compañía trabaja con muchas iniciativas y proyectos de plantas de generación de estos gases renovables en toda España, optando a convocatorias de ayudas como los fondos Next Generation de la Unión Europa.

Prevé una inversión aproximada cercana a los 300 millones de euros durante el periodo 2022-2050 con una capacidad de producción total superior a 2TWh anuales. El primer -y mayor- proyecto de España en la actualidad, de dominio público, está localizado en el vertedero madrileño de Valdemingómez.

Uso de las infraestructuras

Enagás también trabaja en la iniciativa Green Link, que tiene como meta facilitar este tipo de conexiones a la red de gasoductos de alta presión existente. “Se trata de una solución tecnológica eficiente y modular que va a facilitar la inyección de gases renovables en la red y que estos puedan ser transportados y consumidos en otro punto, independientemente de donde hayan sido producidos”, afirman desde la compañía.

La energética considera que incrementar la penetración del biometano en la red, tal y como se recoge en la Hoja de Ruta del Biogás, permitiría reducir la huella de carbono del gas natural gracias a mezclarlo con otro gas con características y ventajas similares, pero 100 % renovable. Para ello dispone de más de 12.000 km de gasoductos en alta presión listos y capaces para transportar y almacenar biometano.

“Gracias a la utilización de estas infraestructuras ya existentes, el proceso de descarbonización puede llevarse a cabo de la forma más eficiente posible, también desde el punto de vista económico, y justa algo que reclama la Comisión Europea”, puntualizan desde Enagás.