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El pasado 21 de marzo, con motivo de la celebración del Día Internacional de los Bosques, un dron sobrevoló la localidad de Muelas del Pan, en la provincia de Zamora, con un objetivo de lo más singular: plantar 12.000 árboles en el terreno municipal.

Este revolucionario sistema de reforestación, ideado por la empresa C02 Revolution y capaz de repoblar una zona hasta 100 veces más rápido que los medios tradicionales sembrando hasta 100.000 semillas de árboles en un solo día, es una muestra del compromiso de Iberdrola con la sostenibilidad, el mundo rural y el cuidado del medio ambiente y de cómo el desarrollo de nuevas tecnologías innovadoras -el 21 de abril se celebra el día Internacional de la Creatividad y la Innovación- son una excelente vía para proteger el territorio y su biodiversidad.

Hasta la fecha, el dron ha reforestado ya 2.500 hectáreas de terreno, lo equivalente a evitar la emisión a la atmósfera de 500.000 toneladas de CO2. Cabe señalar que la reforestación es una de las mejores herramientas de mitigación y adaptación al cambio climático, pues los bosques trabajan como sumideros de emisiones de CO2, además de regular el régimen hídrico, evitar la erosión del suelo y conservar la biodiversidad. 

La reforestación con este dispositivo forma parte del programa 'Bosque busca pueblo en el que crecer', lanzado en el mes de febrero por Iberdrola y que busca pueblos de menos de 15.000 habitantes comprometidos con la sostenibilidad y medio ambiente para reforestarlos, impulsando así la recuperación de espacios naturales de la España vaciada y el desarrollo de empleo y de la región. Para Miguel Calvo, delegado de Iberdrola en Castilla y León, en la selección de municipios se prestará especial atención a "su estrategia y planificación en sostenibilidad, emprendimiento e innovación, haciendo hincapié en el impulso de las energías renovables, la electrificación de la demanda y la descarbonización de su actividad económica".

Esta iniciativa, de nombre 'Startup Village Pledge', se enmarca dentro del Programa internacional de start-ups Iberdrola – PERSEO, y cuenta con el apoyo de la Comisión de Europea y su plan estratégico "A long-term vision for the EU’s rural areas" a través de la plataforma REInA (área de Innovación Rural Europea, por sus siglas en inglés), que pretende atraer inversiones, crear empleos y generar proyectos en el ámbito rural que aseguren una mejor calidad de vida y servicios para los habitantes de estas zonas. Esta plataforma, promovida por la Universidad de Salamanca, está gestionada por Start-up Olé.

"Vamos a conseguir que el monte disponga de una cubierta vegetal estable que proteja el suelo de la erosión, mejore la calidad de las aguas y regule el ciclo hidrológico, además de servir como hábitat para una fauna variada. Además, el paisaje mejora visualmente y contribuye a mejorar la calidad ambiental de esta zona", apuntó el alcalde de Muelas de Pan, Luis Alberto Miguel, agradeciendo el compromiso de Iberdrola con este proyecto. Las plantaciones se realizan siempre con especies autóctonas, no solo con árboles para garantizar que se originan ecosistemas enteros que fomenten la biodiversidad. Además, se incluyen en la siembra plantas arbustivas, aromáticas y florales de todos los estratos de la capa vegetal.

Esta iniciativa es una muestra más del compromiso de grupo Iberdrola con el medioambiente. A través del Programa Árboles, la compañía pretende plantar 20 millones de árboles durante esta década, que podrían capturar hasta seis millones de toneladas de CO2 en 30 años. De hecho, la compañía también ha asumido el compromiso de alcanzar la cero pérdida neta de biodiversidad en 2030.

Así, en los dos últimos años, se han plantado ya más de dos millones de árboles en todo el mundo, con diferentes iniciativas en España, Brasil o Grecia, entre otros lugares, cuyo objetivo es la conservación y la regeneración de los ecosistemas boscosos como medida para detener la deforestación y promover la biodiversidad en las zonas donde opera la compañía. Este programa cuenta además con la participación de la red de voluntariado corporativo en el mundo.

Junto al ambiental, Iberdrola también ha adquirido un firme compromiso con el mundo rural, palanca fundamental para la actividad y la recuperación económica de todo el país. En los últimos dos años, la compañía ha impulsado la instalación de una veintena de nuevas instalaciones eólicas y solares en áreas rurales de once comunidades autónomas, con una potencia conjunta de 2.000 MW. Además, se han llevado a cabo otras acciones para poner en valor la relevancia de estas zonas con proyectos que frenen la despoblación y aporten valor a la sociedad, como los ciclos de encuentros ‘Pueblos que brillan’ enfocados en remarcar la importancia y los beneficios de estas zonas.

Actualmente, Iberdrola está sembrando cerca de 80.000 árboles y plantas en los entornos de sus instalaciones fotovoltaicas en España. La de Teruel es pionera en este sentido, pues en sus inmediaciones se han introducido 9.000 plantones de nueve especies diferentes, entre herbáceas perennes, especies arbustivas y arbóreas, con el objetivo de crear zonas de transición lo más diversas posibles entre el hábitat externo a la planta y el interno.

En Extremadura se han llevado plantaciones en las fotovoltaicas de Oriol (Ceclavín), donde se pretende, con más de 1.550 árboles y arbustos, impulsar una isla de biodiversidad aportando nuevos recursos a las especies de fauna presentes en la zona; de Campo Arañuelo III, donde se han plantado 650 encinas que reforzarán el ecosistema de dehesa; y de Núñez de Balboa, donde además de reforzar la vegetación local se han instalado estructuras ‘bug-hotel’, que sirven para dar refugio a insectos.

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Cabe destacar también el trabajo desarrollado en Huelva, en la fotovoltaica de Andévalo, que contará con una plantación de 1.000 plantas de cantueso autóctono, planta aromática que nutre de recursos a numerosas especies de insectos polinizadores y enriquece las poblaciones vegetales de la zona. En las plantas de Romeral y Olmedilla se están sembrando más de 10.000 plantas autóctonas, como encinas, lentiscos, majuelos, romeros, tomillos y espartos, que enriquecerán el paisaje, servirán de refugio y alimento a la fauna y generarán un efecto isla-continente para la biodiversidad.