Decir adiós a los cigarrillos es posible

El objetivo de Philip Morris International es avanzar hacia un futuro libre de humo. Para llegar a ese punto, trabajan e innovan en una serie de alternativas con la vocación de que la evidencia científica demuestre que consiguen reducir el impacto sobre la salud en comparación con seguir fumando. Así es la nueva generación más allá del humo.

Hoy en día, la mayoría de los fumadores conocen las implicaciones y riesgos asociados a este hábito; sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que, de cara a 2025, aun 1.000 millones de personas seguirán fumando (una cifra que poco se aleja de los más de 1.100 millones de fumadores en 2022). Esto es un reflejo de que las políticas públicas tradicionales adoptadas para combatir el hábito de fumar (las estrategias de prevención, destinadas a que la población no comience a fumar, y las de cesación, cuyo objetivo es que los fumadores dejen el hábito) no están teniendo toda la efectividad que se esperaba.

En este contexto, existen otros enfoques que se centran en la reducción del daño causado por los cigarrillos como una herramienta complementaria a las políticas ya existentes. El objetivo es proporcionar una mejor opción, basada en ciencia, a los fumadores adultos que de otra forma continuarían con el hábito.

Más allá del humo

En Philip Morris International (PMI) llevan más de una década apostando por la transformación integral de su negocio para poder conseguir cuanto antes un futuro libre de humo de los cigarrillos, a través del desarrollo de alternativas sin combustión basadas en ciencia. Además, desde la compañía tabaquera son claros: “Hay que ofrecer una alternativa para todos aquellos que no van a dejar de fumar”, explica Tommaso di Giovanni, vicepresidente de Comunicación de Philip Morris International. “Cada esfuerzo debe venir para reducir la toxicidad de los productos de tabaco”.

Philip Morris aboga por un futuro libre de humo.
Philip Morris aboga por un futuro libre de humo.
PMI

En este sentido, el paso adelante no es otro que el de eliminar la combustión y, con ella, el humo, que es el elemento más dañino del hábito de fumar. Aunque desde la compañía son claros al afirmar que la única alternativa con riesgo cero y, por tanto, la mejor opción que cualquier fumador pueda tomar es dejar de consumir tabaco y nicotina por completo.

Dentro de la categoría de las alternativas libres de humo (sin combustión) existe un abanico adaptado a las demandas de los distintos mercados, aunque los más destacados son los cigarrillos electrónicos (que no llevan tabaco, pero sí pueden llevar nicotina agregada a la solución líquida) y los dispositivos de calentamiento de tabaco (que se usan con tabaco real y, por tanto, con su uso se inhala nicotina).

La innovación 'smoke-free'

¿Y por qué es importante eliminar el humo del proceso? Cuando se enciende un cigarrillo, debido al proceso de combustión y las altísimas temperaturas que se alcanzan (superior a los 600 °C), se generan un elevado número de sustancias químicas que son liberadas al humo que el fumador inhala. Se estima que son más de 6.000 sustancias químicas, y de las cuales unas 100 han sido identificadas como nocivas o potencialmente nocivas.

Por ello, al cambiar la combustión por el calentamiento no se llegan a alcanzar estas elevadas temperaturas y, por tanto, se reduce significativamente el nivel medio de esas sustancias nocivas presentes en el humo. “Cuando quemas, produces cenizas y partículas sólidas. Si nos deshacemos de la combustión, también lo hacemos de todas esas partículas sólidas que se posan en los pulmones”, apunta Gizelle Baker, Vicepresidenta de Relaciones Médicas Global en PMI.

Y precisamente esto es lo que hacen las alternativas libres de humo. Gracias a este control de temperatura, que solo calienta sin llegar a quemar, lo que se consigue es generar un vapor o aerosol diferente al humo del cigarrillo. Por ello, estas alternativas tienen el potencial de reducir significativamente el riesgo de daño asociado a fumar, si bien debe analizarse la evidencia científica disponible para cada producto concreto. En todo caso, no están exentas de riesgo y con el uso de gran parte de ellas se inhala nicotina*, que es adictiva, por lo que únicamente están dirigidas a fumadores adultos que de otra forma continuarían fumando cigarrillos (la forma de consumo de tabaco y nicotina más nociva -y, sin embargo, más extendida- que existe).

Casos de aplicación de estrategias de reducción del daño

Hay países que han incluido la tercera vía de la reducción del daño de los cigarrillos a la hora de diseñar sus políticas contra el tabaquismo, como herramienta complementaria a las políticas ya existentes. Como es el caso del Reino Unido, entre otros países.

El país anglosajón cuenta con una de las regulaciones más estrictas del mundo respecto al consumo de cigarrillos y aunque suene paradójico, las autoridades sanitarias del país tienen una visión favorable a la posibilidad del uso del cigarrillo electrónico para reducir el daño en aquellos fumadores que, de otra forma, continuarían fumando. En este país, los cigarrillos electrónicos llegaron hace unos diez años y, mientras que en 2011 la prevalencia del tabaquismo estaba en el 19,8%, en 2019 había bajado al 13,9%, según datos de la Oficina Nacional de Estadística británica.

Como comentábamos, existe la posibilidad de ayudar a combatir el impacto que genera el tabaquismo en la salud pública si conseguimos complementar las estrategias existentes de prevención y cesación con un enfoque de reducción del daño, que favorezca que los fumadores adultos que de otra forma continuarían fumando cambien a mejores alternativas, revirtiéndolo en un impacto positivo en la salud pública. Por ello, es esencial que cada grupo relevante (sociedad civil, organismos reguladores, autoridades públicas, comunidad sanitaria, fabricantes, etc.) trabajen con un fin común: favorecer un marco en el que se propicie que los fumadores adultos dispongan de información veraz basada en evidencia científica que les permita tomar decisiones informadas.

____

La nicotina, aunque no es la principal causa de las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar, no es inocua y está contraindicada para determinados perfiles (menores, embarazadas, lactantes, diabéticos, personas con hipertensión o insuficiencias cardiacas).

____

Fuentes:

Combustion (pmiscience.com)

Heated tobacco products, cigarettes, and e-cigarettes: What's the difference? (pmiscience.com)

Documento ‘Productos libres de humo: estos son los hechos’