Antigua y Barbuda excluye a personas de 6 países de su programa de ciudadanía

  • Antigua y Barbuda anunció hoy la exclusión de afganos, iraquíes, norcoreanos, somalís, yemeníes e iraníes de su programa de ciudadanía a cambio de inversión, con el fin de "salvaguardar la integridad" de la iniciativa.

San Juan, 17 dic.- Antigua y Barbuda anunció hoy la exclusión de afganos, iraquíes, norcoreanos, somalís, yemeníes e iraníes de su programa de ciudadanía a cambio de inversión, con el fin de "salvaguardar la integridad" de la iniciativa.

"El Gabinete de Antigua y Barbuda ha tomado esta decisión para salvaguardar la integridad del programa de ciudadanía a cambio de inversión y asegurar que sólo serán aceptadas aquellas personas cuyo historial no represente una amenaza para el programa", explicó el Gobierno en un comunicado.

En cualquier caso, indicó que todo ciudadano interesado que tenga una de esas seis nacionalidades y que resida legalmente en Canadá, EE.UU. y Europa será aceptado, luego de que se realice una investigación de sus antecedentes y cumpla con los requisitos.

El programa de ciudadanía a cambio de inversión de Antigua y Barbuda, una medida que se habilitó en 2013 para atraer capital extranjero, ha recaudado más de 50 millones de dólares desde su implementación y esos fondos han sido destinados para "pagar deudas y cumplir con otras obligaciones del Gobierno".

Actualmente, toda persona que desee solicitar la ciudadanía puede hacerlo realizando una contribución mínima de 200.000 dólares al Fondo Nacional de Desarrollo, invirtiendo al menos 400.000 en un proyecto inmobiliario por un período mínimo de cinco años o pagando más de 1,5 millones para impulsar un negocio como inversionista.

San Cristóbal y las Nieves fue en 1984 el primer territorio del Caribe en ofrecer el programa de ciudadanía a cambio de inversión y desde entonces territorios como Santa Lucía, Dominica, Granada, Antigua y Barbuda y las islas Turcas y Caicos se han sumado a esa iniciativa.

Los beneficios de estos programas varían entre países pero mantienen alicientes comunes como exención de contribuciones y de visados para viajar a más de cien países, además de no requerir que los nuevos ciudadanos residan permanentemente en el nuevo territorio de adopción, entre otros.

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