Berasategui dice que luchará para que el auge de la cocina española no sea una moda

Madrid.- Humilde, enamorado de su trabajo y apasionado defensor de los productos locales y de estación. Así es Martín Berasategui, el cocinero español con más estrellas Michelín -6 en tres restaurantes- y dispuesto a luchar para que el auge de la cocina española "no sea sólo una moda pasajera".

Berasategui (San Sebastián, 1960) acaba de inaugurar en Madrid un nuevo local, "Txoco", con filosofía de casa de comidas para todos los bolsillos y donde dice, en una entrevista con Efe, que se encontraran sus clásicos y sus novedades.

Este compañero de generación de Ferran Adrià se une a quienes celebran que "la cocina española vive el momento más saludable de toda la historia", pero advirtió de que "nos tiene que coger con la misma humildad que cuando no nos conocía nadie".

"Si seguimos con la misma humildad, la cocina española tiene todavía muchísimo que decir, pero hay países muy despiertos donde se está haciendo mucho y bien", consideró Berasategui.

Frente a las voces que auguran a la hegemonía culinaria española apenas un par de años más antes de que los focos se vayan a Japón o Perú, aseguró que va a luchar con todas sus fuerzas "para que no sea sólo una moda de unos años sino que las siguientes generaciones puedan enriquecerse" con lo que se ha aprendido en años "de esfuerzo y sacrificio".

Berasategui, ardiente defensor de la materia prima, estimó que para que los productos españoles igualen la fama internacional de sus cocineros, lo primero sería respetar la estacionalidad y a la sabia naturaleza.

"Se me cae la cara de vergüenza cuando oigo que hablan de que un producto de verano lo comen en invierno o viceversa. La naturaleza nos manda cada producto en su momento", aseveró.

La cocina de Berasategui "no tendría la sal y la alegría que tiene sin contar con los productos que están alrededor", aseguró el cocinero, para quien "hay que enseñar a hacer buenas recetas con productos de aquí".

"No hay que tener fronteras, pero nuestra comida tiene que tener raíces y nuestras raíces son lo que tenemos a nuestro alrededor", explicó.

Berasategui no acusa la presión negativa que algunos dicen sentir para conservar las estrellas Michelín aunque dé "todo para mantenerlas".

"Depende de la filosofía que tiene cada cocinero, yo me hago autocrítica todos los días, pero parto de la base de que disfruto segundo a segundo de todo lo que hago en la vida, me entrego totalmente, soy un chiflado de la cocina", sostiene.