Eurovisión se revela como un reclamo turístico para los españoles

  • Una nueva modalidad vacacional se ha consolidado en los últimos años como singular alternativa al turismo de playa, al de aventura, al gastronómico o al rural: el seguimiento del Festival de Eurovisión, que una amplia masa de "eurofans" españoles practica con fervor.

Madrid, 26 abr.- Una nueva modalidad vacacional se ha consolidado en los últimos años como singular alternativa al turismo de playa, al de aventura, al gastronómico o al rural: el seguimiento del Festival de Eurovisión, que una amplia masa de "eurofans" españoles practica con fervor.

Según ha revelado el portal Hoteles.com, la próxima celebración en Bakú (Azerbaiyán) de la edición 2012 de este conocido festival de la canción ha generado un incremento del 241 por ciento en las búsquedas hoteleras para la fecha de la final, el 26 de mayo.

La web destaca que, pese a la deficiente calificación de los representantes españoles en los últimos años, algunos de sus compatriotas siguen siendo fieles a la cita.

Así, la búsqueda de plazas hoteleras para la edición de 2007, celebrada en Finlandia, fue un 169 por ciento superior a la media de otros años, pese al vigésimo puesto de la "boy band" D'Nash.

La expectación mediática aumentó al año siguiente, en la final del Belgrado, a la que concurrió la extravagante propuesta de Rodolfo Chikilicuatre. El incremento esta vez fue del 179 por ciento.

Moscú, un destino más tradicional, acogió el festival del año siguiente, en el que compitió Soraya, exconcursante de Operación Triunfo, y Hoteles.com registró un 34 por ciento más de búsquedas.

Quizás la candidatura de Daniel Diges en 2010 ofreciera más atractivos para los "eurofans" españoles, porque la búsqueda de alojamiento en Oslo creció un 70 por ciento respecto a la media.

El pasado año, sin embargo, Lucía Pérez, que acabó en el antepenúltimo lugar de la tabla, no despertó el mismo interés, un 19 por ciento de incremento de tráfico en este portal pese a las facilidades de desplazamiento que ofrecía una ciudad tan céntrica en el mapa europeo como Düsseldorf (Alemania).

Precisamente por ello, la edición de 2011 fue, curiosamente, una de las más concurridas de la historia del festival, con más de 2.000 periodistas acreditados y un gran estadio de fútbol, el Esprit Arena, como sede del evento.

Pese a la fama de excentricidad que rodea al Festival de Eurovisión, lo cierto es que la designación de una ciudad como sede infla de forma palpable el precio de la estancia por noche para esa semana, rondando, en un hotel tipo de tres o cuatro estrellas, una media de 200 euros.

A un mes exacto de la final de 2012, cuesta por ejemplo encontrar una habitación por debajo de los 180 euros en Bakú, un precio que baja a la mitad si la búsqueda de plaza hotelera se fija para 30 días después.

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