La Garriga nació como charcutería a mitad del pasado siglo XX concretamente en 1959. Sorprendentemente y frente a lo que pudiera creerse esta nació en Tenerife como una tienda absolutamente innovadora en la que se ofrecían productos desconocidos en la isla. Seis años más tarde y ante el éxito obtenido abrieron una segunda tienda en Las Palmas en la que a cada cliente que adquiría un producto como sorprendente promoción invitaban a beber en porrón. Tres años después llegó el momento de dar el salto a la península, a Sitges donde la familia Pedro i Subirats abren una tercera tienda.
En 1971 abren en pleno Paseo de la Castellana auténtica referencia en el barrio desde su apertura y seis más después. La Garriga que nació como una simple charcutería ha evolucionando el concepto hasta llegar a ser todos ellos espacios para disfrutar del impecable producto que venden tras las vitrinas, incorporando incluso en algunos de ellos una carta de cocina más que aceptable y manteniendo sólo el concepto de charcutería de barrio, eso sí, muy sofisticada, en la tienda de Sarria, en Barcelona. Actualmente La Garriga cuentan con 3 tiendas en Barcelona, 4 en Madrid y 1 en Tenerife.
El producto central entorno al cual gira toda la propuesta de La Garriga es el rey de los embutidos, el jamón ibérico en distintas calidades y orígenes, siendo los más demandados los de Salamanca y Huelva. Además, extraordinarias butifarra blancas y negras, salchichas frescas, sobrasada, quesos, tortillas individuales hechas la momento ricas, pero estarían mejor si las cocieran unos minutos menos. Si los bocadillos y las pulgas son los formatos más populares en los que se prueban sus increíbles embutidos, las cocas no se quedan atrás. La de anchoas es espectacular. Añada a todo ello que tienen buen café a sólo 1,20€.
Si el local de la Castellana ha ido creciendo en su propuesta de bocadillos y platos preparados, eso sí, elaborados al momento, el resto no se ha quedado atrás. El local de la calle Serrano ha introducido un punto más la cocina y tiene una mayor propuesta de cocina. Es más, el local de la calle Mallorca en Barcelona, ha dejado prácticamente atrás el concepto de charcutería pura para pasar al siguiente nivel y dedicarse sólo al servicio de restauración. Una carta sencilla pero efectiva para comer algo. Huevos estrellados con múltiples combinaciones. Entradas de cucharas: Vchysoise, sopa de cebolla y sopa fría de melón, gazpacho.
Rissotos de calamar y alcachofas y de arroz negro, muy buenas carnes que preparan en distintas elaboraciones. Muy bueno el steak tartar bien aderezado, igual que una hamburguesa de nombre Café de París que someten a un aderezo de varias especias para darle un tono que sin ser picante tiene un sabor muy resaltado y bueno. Bueno el Roast Beef y más que correctas la butifarra con alubias blancas. La pieza de solomillo de ternera a la bilbaína con chips de alcachofa, tierno y bueno. En definitiva La Garriga de la calle Mallorca es un lugar a tener en cuenta para una comida rápida e informal cerca del Paseo de Gracia, y a un precio ajustado.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios