Siete restaurantes en los que comer cuando visite la Lisboa de Madonna

  • Sin dejar atrás las recetas que han sido referencia de la cocina tradicional portuguesa, el nivel se ha elevado.
Lisboa
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Lisboa está en plena efervescencia. Siempre ha tenido un enorme potencial, pero es ahora cuando está explotando todos sus encantos. Lisboa se ha renovado, se ha transformado, hasta convertirse no ya en un destino para ‘celebrities’, sino en el domicilio de personajes como Madonna, John Malkovich, Christian Louboutin y Philipe Stark; entre otros, será por algo...

Una ciudad en la que el ‘Tejo’ amplía horizontes hasta hacerla una ciudad universal. Lisboa destila grandeza y se hace una de las ciudades más hermosas de Europa. Una ciudad que se muestra al viajero sin pretensiones, pero sabiendo mostrar su dignidad y belleza.

La gastronomía ha ido evolucionando al mismo tiempo que la ciudad se renovaba y rejuvenecía. Sin dejar atrás las recetas que han sido referencia de la cocina tradicional portuguesa, el nivel se ha elevado varios escalones, gracias a personajes de la escena culinaria lisboeta, como José Avillez, uno de los chefs más destacados (Belcanto 2 Estrellas) mediáticos del país vecino. El sólo ha montado un imperio en los últimos años, abriendo hasta cuatro establecimientos que llena a diario gracias a una propuesta en la que combina tradición y vanguardia, cocina de nivel empaquetada en formatos asequibles y divertidos.

Belcanto, es el restaurante por excelencia en Lisboa y en todo Portugal. Sus dos estrellas, le posicionan muy por encima del resto. Belcanto es la referencia culinaria en la que José Avillez, derrocha energía y buen hacer. Toda una orquesta dirigida a conseguir el objetivo único de que el sabor final de cada plato sea la razón última de cada elaboración. Dos menús degustación y una carta muy concisa, en la que se recogen muchos de los platos clásicos de Avillez, entre los que destacar el carabinero a la brasa con romero, la rotundidad del Atlántico reflejado en una lubina con algas y un buen rabo de toro con garbanzos y tendones.

El Café Lisboa (Largo de Sao Carlos 23), uno de los lugares más íntimos y acogedores de Lisboa. En una plaza del barrio de Chiado, en la que nació el gran escritor Pessoa. Además es el único teatro dedicado a la ópera. En su propuesta ofrece una carta de elaboraciones portuguesas para compartir. Tablas de embutidos, pastel de carne con arroz verde y grelos. La Tasca da Esquina (Rua Domingos Sequeira 41) un gran lugar para disfrutar de una cocina portuguesa auténtica en una versión revisada en la que el sabor es el protagonista del plato.

El local de Vitor Sobral y sus dos socios en los que la gran mayoría de los platos tienen un gran nivel.

En Chiado, Cantina (Rua dos Arameiros 15) es un espacio que refleja como pocos la esencia y personalidad lisboeta. Su decoración en la que predominan los típicos azulejos que dieron fama a la ciudad, en tonos azules y cobalto, reflejan la luz del cielo y el color del agua que baña Lisboa. Una carta plagada de platos típicos lisboetas. Buenas croquetas de carne con una emulsión de mostaza; un gran tartar de caballa, con la intensidad precisa. Entrelos principales, no podía faltar un bacalao desmigado, en copos, servido con unas verduras de alguna variedad de brócoli y pan de maíz.

Pitaria (Rua Nova da Trinidade 11) es otra de las últimas aperturas de Avillez, un local cuyo rótulo hace referencia al característico pan del Este y al estilo de cocina que propone José en este establecimiento. Cocina de inspiración libanesa, una de las más ricas de todo el mundo. Idónea para cuando estás visitando la ciudad y no quiere perder mucho tiempo en la mesa. Pitas de todos los colores y sabores, de un nivel más que notable. Todas se hacen al momento. La griega con aguacate, fresca y rica. El de cerdo, con tomate y cebolla encurtida. El de pollo a la brasa, y salsa de yogurt.

Para una cena más formal, dos locales imprescindibles. En el Hotel Le Consulate, uno de los más acogedores en la gama alta de los mejores hoteles de la ciudad, encontramos Taberna Fina, del chef André Magalhães. Un concepto en el que se mezcla un estilo de cocina internacional, pero donde el alma portuguesa está presente en casi todos los detalles. Aura del chef Duarte Mahias, es uno de los espacios más elegantes de Lisboa. Platos como vierias braseadas, o el langostino tigre con mantequilla de tomillo y un buen arroz caldoso de gambas y langosta

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