Gobierno de Ecuador decreta festivos 30 y 31 de diciembre por fin de año

  • El Gobierno de Ecuador decretó como festivos los días 30 y 31 de diciembre, que se unirán como puente vacacional al 1 de enero, fecha de descanso obligatorio, informó la Presidencia a través de su portal informativo en internet.

Quito, 10 dic.- El Gobierno de Ecuador decretó como festivos los días 30 y 31 de diciembre, que se unirán como puente vacacional al 1 de enero, fecha de descanso obligatorio, informó la Presidencia a través de su portal informativo en internet.

El presidente del país, Rafael Correa, firmó hoy el respectivo decreto ejecutivo que establece que las dos jornadas laborales convertidas en feriado (festivo) se recuperarán con una hora diaria adicional a la jornada normal de trabajo desde el próximo 2 de enero.

Con ese decreto, los ecuatorianos podrán disfrutar de cinco días seguidos de descanso si se considera al fin de semana del 28 y 29 de diciembre, más el lunes 30, el martes 31 y el miércoles 1 de enero.

"Acabo de firmar decreto para feriado lunes 30 y martes 31 diciembre. Se recuperará una hora diaria a partir de 2 enero. ¡Felices fiestas!", escribió Correa en su cuenta de Twitter.

El decreto ejecutivo suscrito por el mandatario aduce en sus consideraciones que es necesario "fomentar el turismo en el país", por lo que se establecen como festivas las dos últimas jornadas del año.

Señala, además, que esas dos jornadas serán recuperadas en los próximos 16 días, desde el 2 de enero, con la adición de una hora diaria a la jornada normal de trabajo.

Se prevé que muchos ecuatorianos aprovechen el largo periodo festivo para acudir a centros turísticos o visitar a sus familias, en el caso de los inmigrantes locales que viven en las grandes ciudades.

Además, en Ecuador es generalizado el festejo del Año Viejo con la elaboración de coloridos monigotes que a la medianoche del 31 de diciembre se queman y con él los malos recuerdos del año que termina.

Esta tradición, incluso, es motivo de concursos en algunas ciudades por la llamativa confección de los monigotes, que en las horas finales del último día del año alegran a los transeúntes y conductores por las pintorescas alegorías que representan.

Los monigotes, llamados también, "viejos", suelen representar con humor y sarcasmo situaciones de la vida cotidiana, de las vicisitudes políticas del país y el mundo o las anécdotas curiosas que se han sucedido en el año.

Los "viejos", elaborados de papel, cartón, tela y serrín, suelen estar acompañados por "viudas" quejumbrosas que piden caridad a los transeúntes para "aliviar" el velorio fingido del que será llevado a la hoguera.

Las "viudas" son especialmente jóvenes que se travisten como mujeres voluptuosas para seducir a los paseantes en busca de alguna moneda para financiar la fiesta que, usualmente, es organizada por grupos de vecinos en los barrios.

No obstante, tras la quema del "viejo" a la medianoche, todos los miembros de las comparsas regresan a sus hogares para recibir en familia al nuevo año.

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