El fenómeno de las hamburguesas en España viene de lejos, desde que los americanos plantaron sus bases en la capital y algunos locales adaptaron su carta para satisfacer el poder adquisitivo de sus nuevos clientes. Ninguno como Alfredo’s Barbacoa, que elaboró las primeras y míticas hamburguesas que hoy le mantienen como una referencia. Desde entonces han surgido docenas de propuestas que han colman el panorama culinario madrileño. Burguers gourmet como la que hacía La Gamella, o Queen Gourmet, sólo carne de primera de la Sierra de Guadarrama; pero el verdadero fenómeno se llama Goiko Grill.
Goiko Grill es la historia de éxito de Andoni Goicoechea, un venezolano que como tantos otros llegó a nuestro país para huir de las cada vez más difíciles condiciones de vida de su país, impuestas por un régimen dictatorial, acusado de narcotráfico liderado por un inepto ex-conductor de autobús, que impone condiciones de vida humillantes a sus ciudadanos. Goicoechea como la gran mayoría de sus compatriotas, es una persona con una altísima formación y extraordinarias capacidades apagadas por la incapacidad de unos gobernantes absurdos que parecen salidos de una película de Chaplin.
La historia de Andoni es la de quien está en el momento apropiado en el lugar correcto. Apenas llegó de Venezuela, ingresó en La Paz como MIR, un mundo de ciencia ficción para alguien que llegaba del caos comunista. Cada día después del trabajo, tomaba una cerveza, a la misma hora y en el mismo local. Eso le permitió observar y escuchar. Cuando iban a cerrarlo decidió adquirir el traspaso y ofrecer una fórmula de hamburguesas de calidad. Para diferenciarse de la competencia, incorporó carne de la mejor calidad e ingredientes que aportaran el sello y la personalidad propia de un producto hecho aquí: pimientos de Piquillo, queso Idiazabal...
En 2012 abre el primer local, luego otro más... Cierto vértigo y no eran pocos los que ya entonces le auguraban a Andoni una muerte dulce “vas a morir de éxito” le espetaban. Sin arredrarse y sustentado por los números que cada mes eran mejores que el anterior, Goicoechea fue abriendo más “Goiko Grill”, hasta llegar a los 42, a partir del cual necesitaba la inyección y la ayuda financiera que le permitiera despegar para jugar en las grandes ligas. En 2015 apenas llegaban al millón de euros de facturación, en 2016 9,5 millones. L Catterton, asume el reto y logra que el fondo de Louis Vuitton adquiera Goiko Grill con una valoración de 150 millones euros.
Con una valoración de treinta veces Ebidta, probablemente el caso de Andoni pasará a ser estudiado en escuelas de negocio, del mismo modo que el Telepizza de Leopoldo López Pujals, o los 180 millones de euros del grupo de Sandro y su mujer Marta Seco. Con un potencial de crecimiento bestial, casi infinito, los nuevos dueños de Goiko Grill mantienen a su fundador con un 20% del capital para que gestione el crecimiento y mantenga la filosofía que les ha llevado hasta aquí: El mejor producto y una política de personal que suma capital humano de muchos quilates.
Con una docena de buenas hamburguesas elaboradas a base de la mejor carne de vacuno española, el factor diferencial lo aportan los ingredientes que la Chipotle con aguacate, la M-30 con queso de cabra y cebolla, o la Aita con pimientos de Piquillo y aceite trufado. De entre las veinticuatro hamburguesas especiales destacan la Amatxu, con queso Idiazabal fundido y pimientos de Gernika, mostrando su herencia y raíces vascas. La Carbayona con queso de Cabrales y pimientos y la Pucelana con hierbas aromáticas, queso de Pata de Mulo y calamares rebozados.
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