La fe en el color talismán de Tata Martino lleva la suerte al Poblenou

  • El verde, color talismán de Tata Martino, ha llevado hoy la suerte a la administración "L'Estel del Poblenou", cuya propietaria se ha inspirado en la superstición del entrenador del Barça cuando se vestía esta mañana, horas antes de repartir 4 millones de euros del Gordo de Navidad.

Rossi García

Barcelona, 22 dic.- El verde, color talismán de Tata Martino, ha llevado hoy la suerte a la administración "L'Estel del Poblenou", cuya propietaria se ha inspirado en la superstición del entrenador del Barça cuando se vestía esta mañana, horas antes de repartir 4 millones de euros del Gordo de Navidad.

Inmaculada Clos, que regenta desde hace quince años la administración 214 en la calle Pujades de Barcelona, en pleno corazón del Poblenou, posaba hoy ufana ante las cámaras con la satisfacción de haber llevado la suerte a un barrio "de gente humilde, antes de obreros y ahora más de oficinistas, pero trabajadora".

La dueña de "L'Estel del Poblenou" ha madrugado esta mañana, pese a tener la administración cerrada por ser domingo, y tras recordar los comentarios de su marido -"muy culé", explica- sobre el polo verde que da suerte al entrenador del Barça, ha decidido ponerse un jersey de ese color para atraer la fortuna.

Un par de horas después, Immaculada se enteraba por una llamada telefónica de un periodista de que su administración había vendido una serie del número 62.246 agraciado con el Gordo, diez billetes que se han despachado íntegramente en la ventanilla, por lo que la lotera no conoce a ninguno de los afortunados.

Por el tipo de clientela que acude a su administración, Immaculada Clos y su esposo Pere Magrinyà creen que los premiados deben ser "gente sencilla", vecinos o trabajadores de un barrio que en las últimas décadas ha visto transformar su histórico paisaje fabril a base de flamantes edificios de oficinas.

En los quince años que llevan despachando lotería nacional -antes sólo vendían quinielas-, el matrimonio que regenta "L'Estel del Poblenou" ha repartido dos premios de los grandes: en 2012 uno de los quintos y hace unos años un tercero, que fue a parar en forma de participaciones a la cercana escuela Les Acàcies.

Tal vez por la fe en su jersey de color verde, Immaculada Clos asegura que el premio no le ha cogido por sorpresa -"una administración de lotería siempre espera"-, pese a confesar que este año ha vendido "un poco menos" en lotería navideña que en los anteriores.

Decenas de periodistas y vecinos del Poblenou se han agolpado a las puertas de la administración de lotería esperando en vano la llegada de alguno de los diez premiados, pero ninguno de los agraciados ha hecho aparición: las botellas de cava las han acabado descorchando voluntariosos curiosos animados por fotógrafos y cámaras que no podían marcharse sin la tradicional estampa del sorteo navideño.

Otros vecinos se acercaban a la administración para lamentarse ante los periodistas por habérseles escapado la suerte cuando casi la rozaban con las manos. Jugaban décimos comprados en "L'Estel del Poblenou", su administración de lotería de siempre, pero no del número agraciado.

La alegría es contagiosa y al final loteros, vecinos y curiosos han acabado celebrando un premio que no les había tocado. Y, sin rehuir el tópico, la frase más repetida: "a este barrio le hacía mucha falta". EFE.

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