Dani García es uno de los mejores y más reputados chefs de España. Un gran cocinero, un chef con dos estrellas, un galáctico de la restauración, si nos permiten la equivalencia con el manido calificativo con que se denomina a los mejores en el mal llamado deporte del fútbol. Laureles, fama y estrellas han sido su recompensa más acostumbrada, pero también ha conocido las vacíos y silencios que dejan tras de sí experiencias fallidas. Incluso hoy, en plena madurez de su cocina, con gran éxito de público y crítica para sus Bibos de Marbella y Madrid, a nuestro juicio presenta altibajos y desigualdades en su gastronómico.
Gracias a la alianza empresarial con los hermanos Gutiérrez y Juan Manuel Toro ha logrado ir desarrollando fórmulas de indudable éxito. Esta vez, Lobito de Mar se crea y concibe como un chiringuito, pero por su localización en una avenida principal de Marbella y su espléndida arquitectura de pabellones de cristal y singular decoración interior le hacen merecedor de un título con más pretensiones que el de un mero local de playa. Sus dos zonas bien diferenciadas, una gran barra asistida por unas cuantas mesas altas y un amplio comedor con suelo original y llamativas fotografías relacionadas con el mar le hacen un local tremendamente atractivo.
Lobito de Mar es un concepto, una fórmula cuyo éxito está casi garantizado por su cocina más sencilla y cercana, un recetario absolutamente tradicional y popular pegado a la tierra en la que nace, aunque con alguna incorporación puntual de platos y productos de otros lugares de España. Precios absolutamente ajustados con raciones y tapas en barra, todos ellos por debajo de los 10 euros y, muchos incluso, a menos de la mitad. Salmorejo cordobés, cremoso y bueno; ensaladilla rica, media lasaña de buey de mar, croquetas de mejillones o un contundente plato de garbanzos finos salteados con pringá de cocido, permiten hacer un picoteo variado y bueno.
Si en barra la experiencia genera un ticket medio muy asequible, en mesa los precios mantienen el tipo con recetas y productos provenientes de toda Andalucía como un pulpo seco al estilo del Bar Fm de Granada, unas conchas finas a la parrilla o unas coquinas malagueñas elaboradas del mismo modo. Quisquillas de Motril y langostinos de Sanlúcar.
No falta el atún rojo de almadraba capturado en aguas de Zahara, y al que dedican todo un capítulo de la carta. Distintos cortes que van desde la parpatana al tarantelo, y de la ventresca al solomillo, que se elaboran en distintas preparaciones de la que destacamos la parrilla y su toque sublime.
Las frituras de ortiguillas y boquerones fritos en aceite a muy alta temperatura y en inmersiones rápidas, permiten realzar todo el sabor de un producto fresco y lograr una textura crujiente, así como un fino color dorado.
Los espetos, el producto malagueño por excelencia, se cuecen en horizontal según técnicas aprendidas en Japón. Además, muy buenos arroces secos, hechos conforme al estilo alicantino, sometidas a un fuego más intenso sobre sarmientos y según nos indicaron con una proporción de caldo o fondo, muy superior a la usual. El resultado es excelente en la de conejo y caracoles y la de marisco y pescado.
En definitiva, un concepto original concebido como chiringuito, cuya carta recuerda su esencia, pero cuyo resultado es ampliamente mejorado muy por encima de lo que encontramos usualmente en esta categoría de establecimientos. Un local espléndido, una carta muy andaluza, una cocina bien ejecutada y precios contenidos le hacen un lugar muy recomendable.
A destacar una extraordinaria carta de cócteles que además de entrar muy bien por los ojos, están realmente buenos. Una nota original la propuesta de sangría a la que incorporan Courvoisier infusionado con melocotón y paraguayo.
Lobito de Mar Avda. Bulevar Príncipe Alfonso von Hohenlohe, 178. Marbella (Málaga).
Precio medio: carta de barra 25-30 €; carta de comedor 45 €.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios