Los conductores se libran de llevar el impuesto de circulación a tráfico


Los conductores que hayan pagado el recibo del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica, más conocido como impuesto de circulación, ya no tendrán la obligación de presentarlo ante las jefaturas provinciales de Tráfico cuando acudan a realizar cualquier trámite relacionado con el vehículo.
Ello es posible gracias a una resolución de la Dirección General de Tráfico (DGT) que entró en vigor el pasado 1 de enero y que permite simplificar y hacer más sencillos los procedimientos administrativos que los ciudadanos tienen que hacer con sus vehículos.
Anteriormente, las jefaturas de Tráfico no tramitaban el cambio de titularidad administrativa de un vehículo si su titular no acreditaba el pago del último impuesto de circulación, según informó hoy la DGT.
Ahora, Tráfico solamente exigirá la acreditación del pago del impuesto de circulación si, a través de las notificaciones que envían los ayuntamientos al Registro de Vehículos, le consta que el titular del vehículo no ha abonado este impuesto.
Esta nueva medida supondrá tres tipos de ahorro: unos tres millones de fotocopias anuales (ya que el recibo era necesario en los tres millones de cambios de titularidad que se producen cada año), las jornadas de los cerca de 100 funcionarios encargados de fiscalizar el cumplimiento del impuesto y unos 22 millones de euros de los ciudadanos en jornadas laborales y costes de desplazamiento que suponía la falta de interconexión entre las jefaturas de Tráfico y los ayuntamientos.

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