Los Teros uruguayos, jugadores 'amateurs' que quieren volar en Grupo de la Muerte

  • Varios de los jugadores de la selección uruguaya de rugby tuvieron que pedir una excedencia en sus trabajos, sin goce de sueldo, para poder disputar el Mundial de rugby que comienza el viernes en Inglaterra.

Entre la gira de preparación y el propio Mundial, serán dos meses en los que se ausentarán de sus trabajos sin percibir su sueldo, arreglando con sus empresas o aparcando sus oficios cuando son independientes.

De los 31 jugadores de la selección uruguaya, solo cuatro son profesionales, los otros 27 son 'amateurs'. Pese a todo, para los más jóvenes, estudiantes, será una buena oportunidad para darse a conocer y poder lanzarse al profesionalismo.

Tres de los jugadores profesionales han estado la última temporada en Francia, el medio scrum Agustín Ormaechea (Stade Montois, segunda división), el pilar Mario Sagario (Massy, segunda división), el apertura Felipe Berchesi (Chambery, tercera división, que ha fichado por el Carcassone, de segunda), mientras que el cuarto, el fullback Gastón Mieres, juega en Italia, en el Valpolicella, de la Serie A.

Otros jugadores tuvieron un paso por el profesionalismo, como el segunda línea Franco Lammana, de 24, que tuvo un breve paso por el Perugia italiano, pero regresó a Uruguay para prepararse para el Mundial, igual que el centro Alberto Román, de 28, y el fullback Jerónimo Etcheverry, de 26, que estuvieron en el Valpolicella italiano, y el wing Santiago Gibernay, que estuvo en el Cajasol Ciencias español.

El Grupo de la Muerte, con los superprofesionales Inglaterra, Australia y Gales, junto a Fiyi, que también tiene un equipo en que sus jugadores se dedican casi exclusivamente al rugby, puede cortar las alas a los Teros.

"Entrenas igual que un deporte profesional, al jugar en primera división, pero no puedes descansar las mismas horas al tener que cumplir con tu trabajo diario", afirmó recientemente en una entrevista el pilar Alejo Corral, de 34 años.

Corral vive en Argentina, donde tiene un puesto en la Oficina de Comunicación del Gobierno de Buenos Aires, y se pasa mucho tiempo viajando entre la capital argentina, donde vive, trabaja y juega en el San Isidro Club de la periferia porteña, y Montevideo, cuando tiene que entrenar o jugar con los Teros.

Matías Corral, su hermano, jugó con Argentina el Mundial de Sudáfrica-1995, pero Alejo juega con Uruguay, donde vivió una parte de su vida.

Otro pilar, Oscar Durán, de 35 años, que tuvo un pasaje semiprofesional en España, trabaja en un empresa de servicios financieros, el hooker Nicolás Klappenbach, de 33, es médico traumatólogo, el centro Joaquín Prada, de 24, es estudiante de medicina, el hooker Carlos Arboleya, de 30, es economista en una ONG, mientras que el flanker Santiago Vilaseca, de 31, es diseñador gráfico.

"Los sistemas de entrenamiento que usamos no difieren mucho de lo que hacen las selecciones de mejor ránking. El salto son los años de poder dedicarse pura y exclusivamente a eso, y el nivel competitivo", afirmó Santiago Alfaro, preparador físico de los Teros y entrenador personal del futbolista Diego Forlán.

El plantel casi 'amateur' encara con ganas el tercer Mundial de los Teros, después de los de Gales en 1999 y Australia en 2003, donde ganaron respectivamente a España y Georgia. Esta vez tienen pocas opciones de lograr otra victoria.

psr/jt

Mostrar comentarios