Que los juegos electrónicos sean considerados arte no es ni mucho menos nuevo. En 1997, se inauguró el primer museo del mundo dedicado al tema, el museo de videojuegos de Berlín, el Computer Spiele Museum. Cuenta con una colección permanente, con la historia de los videojuegos y los dispositivos que se han usado en las diferentes épocas. Permaneció unos años cerrado, pero volvió a abrir. Si tienes previsto visitarlo, te aconsejamos que veas este vídeo:
El Museo de los Videojuegos, no sólo expone consolas, ordenadores, mandos, etc., sino también cualquier objeto relacionado con la cultura digital, sea desde un punto de vista artístico, científico o educativo. Dispositivos de almacenamiento de datos, revistas, películas, literatura, sonidos, imágenes... Todo ello, de los últimos cincuenta años. Como los franceses no quieren ser menos, también abrieron su propio Musee du Jeu Video, una colección de consolas en la breve pero fructífera y apasionante historia de esta afición que engancha a niños a mayores. El museo se ubica en el centro de París, no muy lejos del Arco de la Defensa, una zona visitada por millones de turistas cada año.
Exposición en el Smithsonian
La última exposición que se ha inaugurado sobre videojuegos ha sido en el prestigioso Museo Smithsonian de Historia del Arte en Washington, Estados Unidos. Esta exposición temática estará abierta al público hasta el 30 de septiembre de 2012. En ella, se exploran las influencias del arte tradicional, especialmente de la pintura y el cine, en el diseño de los videojuegos. Pero también, en un viaje de ida y vuelta, cómo éstos también han influenciado, desde la aparición del Pong, a numerosos artistas. La exposición explora el arte de los videojuegos, un arte que ha bebido del cine, de la pintura, de la música, un arte nuevo que ha influenciado a su vez la forma de contar historias. La evolución de los videojuegos, en definitiva, desde el punto de vista del arte, una evolución de la estética y de los efectos visuales y sonoros, desde las primeras y primitivas consolas de los años setenta hasta la actualidad. También se muestra el impacto que han tenido los videojuegos en la cultura popular y en la sociedad en general. También incluye montajes multimedia de videojuegos, entrevistas a diseñadores, exhibición de consolas históricas y una selección de sistemas de juego para que los visitantes disfruten de máquinas recreativas. Quizá encuentren aquella máquina que se tragaba la paga semanal en pocas horas. El comisario de la exposición explica por qué decidieron montarla en este vídeo:
Además de los museos y exposiciones reales, en la red podemos visitar, de manera virtual, otro Museo del Videojuego. Se puede que destacar su archivo fotográfico, donde se pueden ver, entre otras curiosidades, imágenes de los primeros ordenadores y de míticas consolas. Seguro que encontrarás ese Atari, ese Amstrad o ese Spectrum que te hicieron pasar largos ratos de diversión en tu niñez.
De la Grecia Clásica al Arte Moderno
Como la mayor parte de nuestra cultura, la industria de los videojuegos se inspira en la cultura griega y algunos expertos ven en las representaciones de la decapitación de la medusa por Perseo o en el famoso cuadro de Goya Saturno devorando a su hijo, fuentes de inspiración para juegos como la saga God of War. Artistas más recientes, como H.R. Giger, Edward Hopper, Damien Hirst o Salvador Dalí, tienen una influencia aún mayor o, al menos, mucho más clara, en el diseño de los gráficos de las aventuras digitales. En algún caso, incluso se han decantado por homenajes explícitos, como en una de las aventuras de Indiana Jones llevadas a un videojuego en 1989 (Indiana Jones and the Last Crusade: The Graphic Adventure), donde el protagonista, en un momento de sus peripecias, se encuentra dentro del famoso cuadro La persistencia de la memoria, del genial pintor catalán. En otros juegos hay homenajes a Van Gogh o Hopper.
Arte con píxeles
Otros artistas, como el diseñador e ilustrador Aled Lewis, no se pueden resistir al aspecto único que tienen las figuras pixeladas. En uno de sus trabajos, rescata héroes de antiguos videojuegos para reubicarlos en la realidad. Podemos ver a E. Honda, el luchador de sumo de Street Fighter, dando su famoso golpe de kárate con la mano a un coche con la carrocería abollada, o a personajes de Super Mario en diferentes paisajes naturales. La realidad, los videojuegos, el arte, los límites no están definidos.
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