México lindo y querido...cosmopolita y vibrante

  • Ciudad de extensas y amplias avenidas, en la que conviven atascos interminables; cocina callejera y algunos de los mejores restaurantes del mundo.
México
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Probablemente no haya otro destino en el mundo que reúna en un sólo punto tanto arte, colorido y diversión como México DF. En un mundo dominado por las megalopolis, México, con veinticinco millones de personas, es la más dinámica, vibrante y cosmopolita de todas. Si las grandes capitales del mundo se miden no sólo por su población si no por su literatura, por el arte, el teatro, la música, e incluso por la diversidad, México sería el gran referente. Una ciudad de extensas y amplias avenidas, en la que conviven atascos interminables; cocina callejera y algunos de los mejores restaurantes del mundo, rascacielos de acero y cristal con paredes de graffiti espectacular.

Si a un presente vibrante y cosmopolita como pocos, unimos una historia desbordante por la que durante 500 años, Teotihuacán, entonces la gran desconocida para occidente, gozaba de un esplendor y un tamaño sólo comparable al de la imperial Roma; debemos comenzar conectando con sus orígenes, la gran ciudad entre canales que asombró a Cortés. Cruce la calzada de los muertos, para llegar al gran templo de Quetzalcóatl, las pirámides del sol y la luna. Un viaje en el tiempo a una época floreciente y esplendorosa pero que guardaba en lo alto de las pirámides sombras, sacrificios y muerte.

En una ciudad de espacios infinitos, inabarcables para el viajero hay algunos puntos que anclan la visita. Desde el Zócalo, la gran plaza donde nace y palpita la vida de la ciudad, acérquese al Palacio de Correos, que hace palidecer a cualquier otra oficina postal del mundo, con sus escalinatas palaciegas y riqueza interior. La catedral neo barroca y clásica, imprime el carácter religioso de sus gentes. Aléjese del ruido y del tráfico y de un paseo por la calle peatonal de Madero hasta el Palacio de Bellas Artes.

Si para conocer la identidad del pueblo que le acoge la visita a un mercado de abastos es obligatoria para cualquier viajero que se precie, en México es imprescindible. En una ciudad descomunal, muchos son los mercados que podría visitar. El de La Merced, que ocupa una extensión equivalente a cuatro campos de fútbol. El de San Juan, decenas de puestos de frutas de extraordinario tamaño y color, junto a sus famosas pollerías donde sacrifican sobre la marcha. En Colonia Roma, uno de los barrios de moda, el Mercado Medellín, donde conviven puestos de alimentación con otros de excelente cocina rápida. En el puesto 349, Rafael sirve unas carnitas impresionantes. En el 509, Eugenio, un ingeniero molecular cubano, hace unos de los mejores helados de la ciudad.

México es un país de amplísima tradición artística. Desde los murales de Diego Rivera en el Palacio Nacional, a los de artistas como Orozco o Siqueiro; a las paredes desnudas de Chilango en las que artistas de un nivel sobresaliente como Stinkfish, LaPiztola, plasman su arte callejero. Contrate un tour guiado. Desde allí a Coyocan que aún conserva retales de su inmediato pasado como pequeño pueblo absorbido por la gran urbe. Pequeñas plazas de dimensiones humanas, cantinas en las que parar a charlar y a beber, le dirigen hasta la Casa Azul donde Frida Khalo y Diego Rivera compartieron sus mejores años de creación artística. Podrá contemplar algunas de sus mejores obras.

La calle Santísimo, alejada del mundanal ruido, fue una vez hogar del artista Rufino Tamayo. En Baños Colonial, uno de los pocos baños públicos que perviven en la ciudad donde podrá descansar y darse un afeitado clásico con toallas calientes y toda la tranquilidad que rezuman en esta ciudad. En el Museo del Carmen, un antiguo monasterio carmelita, se conserva una colección de momias.

Para probar la mejor gastronomía mexicana de vanguardia, Quintonil, un viaje al pasado en el que Jorge Vallejo cocinará para ud. con productos, ingredientes y técnicas precolombinas que transformara en platos redondos de una elegancia en la boca fascinante, como la tosta de cangrejo ahumado o la carne con pulque un fermento de agave, la planta de la que obtienen el mezcal. Otra opción es Pujol, el mejor restaurante al Sur de Río Grande, en cuya barra puede deleitarse con un menú de tacos ordenado por el chef, y maridado con cervezas, extraordinario, en el que el punto reside en la nixtamalización, esa técnica ancestral del hongo del máiz.

Si Polanco ha sido uno de los barrios tradicionales de la ciudad, Colonia Roma es uno de los más tranquilos y bohemios, repleto de cafés, galerías y sitios donde tomar algo es una de las zonas más de moda. En La Clandestina, uno de los bares de mezcal, la bebida nacional, incluso por encima del tequila, tienen una carta increíble de mezcales. Para alojarse en el hotel Brick, un cinco estrellas.

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