Navarro cree prematuro vincular aumento de accidentes con más velocidad

Aranjuez (Madrid), 7 jul.- El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha asegurado hoy que "no es riguroso" sacar conclusiones sobre la incidencia del aumento de accidentes mortales el pasado fin de semana y la reposición a 120 kilómetros/hora del límite de velocidad, aunque "no deja de ser una señal de alerta".

En declaraciones a los periodistas antes de pronunciar una conferencia sobre viabilidad urbana, planificación y movilidad en la Universidad Rey Juan Carlos de Aranjuez, ha reconocido que "el día de más fallecidos en carretera de todo el año" ha coincidido con "el cambio en los límites de velocidad".

A su juicio, esta coincidencia "nos obliga a todos a estar atentos y a reforzar el mensaje" de que volver a 120 kilómetros/hora no quiere decir que se pueda "volver a correr", tras lo que ha pedido un respeto al límite de velocidad.

Ha recordado que 120 es "la velocidad de equilibrio en toda Europa entre la seguridad, el tipo de carretera, los coches y demás" y ha apostado por "aprovechar la experiencia" del límite a 110 de los últimos meses.

En su opinión, los conductores deberían haber "aprendido la lección de que corriendo menos se consume menos y que, además, es más seguro para, poco a poco, ir ganando la batalla al tema de la velocidad y la percepción del riesgo".

Navarro ha agregado que nadie cuestiona la incompatibilidad entre el alcohol y la conducción, el cinturón de seguridad o el casco, pero sí se está "todo el día inmerso en el debate" de si se puede correr más porque los coches y las carreteras son muy buenos.

A su juicio, ello supone que "todavía no tenemos interiorizado la velocidad como factor de riesgo".

Respecto a su conferencia, ha indicado que iba a hablar sobre las ciudades, "que son las grandes creadoras de actividad económica y empleo" y "todas las grandes novedades empiezan" en ellas.

Su futuro, ha precisado, "se juega en el terreno de la movilidad" y las que resuelvan bien los desplazamientos serán competitivas en el futuro.

"Las que no -ha continuado-, arrastrarán tal nivel de ruido, de congestión y de contaminación que no serán competitivas".

Para Navarro, se trata de una revolución silenciosa que están haciendo las ciudades, "que hay que poner en valor".