Ofrece tu sofá, gana un amigo

  • Dos millones de personas han probado ya el "couchsurfing", una modalidad de viajes baratos que consiste en prestar tu sofá a un extraño, compartir experiencias y conocer gente. La mentalidad 'low cost' va implícita, pero compartir la cultura y visitar París, Londres o Berlín de manos de un nativo es casi un privilegio.
FOTO: Wikimedia Commons.
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lainformacion.com
Santiago Zarraga

Hace dos años Juan José Domínguez visitó Berlín, durante tres días se acomodó en el sofá de un berlinés desconocido, durmió, desayunó y comió en casa, se duchó con el gel olor a miel de su anfitrión y bebió café en su taza. Al marcharse, el desconocido ya era su amigo.

Cuándo volvió a su casa en Tucumán (Argentina) hizo lo mismo, pero esta vez el acogió a un viajero bilbaíno con quien compartió su día a día durante una semana. Este año ya ha visitado Oporto, Lisboa y Valencia, de casa en casa ha confirmado su afición a esta nueva forma de viajar que suma el 'low cost' con la interculturalidad.

Cada vez son más las organizaciones que mejoran el 'low cost' creando una nueva forma de viajar. El caso más conocido es la organización 'Couchsurfing', que comenzó su iniciativa en 2004. Hoy cuenta con casi dos millones de usuarios y la idea que proponen es sencilla pero eficaz. A través de los perfiles, los usuarios ofertan su sofá, cocina y/o una visita guiada por la ciudad, un nuevo paso hacia el ideal del viaje intercultural.

Juan José Domínguez  tiene 28 años (la edad media de la organización) y ha tenido varias experiencias de 'couchsurfing'. Explica que no existe ninguna obligación a la hora de alojar a visitantes, "depende del tiempo que tengas, si tienes mucho trabajo, tener una persona implica cierto compromiso". Además en los perfiles se definen los gustos por lo que "más o menos puedes saber cómo es esa persona" y si quieres alojarla o no.

Para tranquilidad de los más precavidos, la organización hace firmar una clausula por la que los usuarios se comprometen a no usar la web como una red de citas. Domínguez nunca ha tenido una mala experiencia, "sí he tenido una experiencia menos interesante, el chico era más callado y tenía menos diálogo".

Sin embargo, las ocho o nueve veces que ha alojado a viajeros han confirmado a Juan José Domínguez el espíritu de este sistema: "conocer a gente y vivir de primera mano un intercambio humano". Domínguez a disfrutado del 'couchsurfing' en cuatro de las más de 70.000 ciudades ofertadas. París, Londres, Berlín y Montreal son las más solicitadas pero, ¿cómo llegar hasta allí?

Otras webs organizan a la gente para hacer viajes compartidos. Si vas a ir de Madrid a Barcelona en coche, un anuncio en roadsharing.com puede que te ayude a compartir el viaje con alguien, y también los gastos. En Europa el sistema está más desarrollado. El trayecto Frankfurt – Hanover puede costar hasta ochenta euros en tren, sin embargo, gracias a una organización alemana Guillermo Corral consiguió realizar el viaje en un coche compartido "por unos quince o veinte euros".

Un viaje con desconocidos puede provocar desconfianza, pero Corral concluye que "siempre existirá esa duda, pero otra persona conocía el sistema y no tuvo ningún problema". Guillermo Corral afirma que "repetiría seguro, aunque sí que es verdad que en España lo veo más difícil, nos cuesta más compartir ese tipo de experiencias".

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