Tratado ACTA, un secreto que no debería serlo

  • Muchas cosas dependen de este tratado multinacional cuyo contenido se mantiene empecinadamente oculto de los ciudadanos de los países que podrían firmarlo
Wicho/Microsiervos

El Tratado ACTA, o Anti-Counterfeiting Trade Agreement, es un tratado en principio contra todo tipo de falsificaciones que está siendo negociado desde 2008 entre los Estados Unidos y Australia, Canadá, Corea del Sur, Japón, Marruecos, México, Nueva Zelanda, Singapur, la Unión Europea, y algunos países más.

Pero en realidad el público no sabe qué es lo que se está negociando ni incluyendo en este tratado porque esa información se está manteniendo en secreto.

De este modo lo poco que se sabe de él es a través de filtraciones como la de la semana pasada tras la ronda de negociaciones de Guadalajara, México, acerca del apartado concerniente a Internet, apartado que si la filtración es fidedigna desde luego no pinta nada bien para el futuro de la Red.

Conscientes de esto, algunos de los países involucrados están intentando convencer a los otros de que se hagan públicos los detalles del tratado, entre otras cosas para poder aclarar qué es lo que se está negociando y qué se incluye en los textos que se están proponiendo, pero esto no será posible a menos que haya consenso entre todos acerca de hacer pública esta información.

Y de nuevo gracias a una filtración de un documento de la delegación danesa se acaba de saber hace unos días -o no, recordemos que siempre estamos hablando de filtraciones sin confirmar- que desde la Unión Europea el Reino Unido, con el soporte de Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Hungría, Irlanda, Italia, los Países Bajos, Polonia, Portugal y Suecia, está luchando en favor de esta transparencia, algo a lo que se oponen especialmente Corea del Sur, los Estados Unidos, y Singapur.

En el documento filtrado se menciona también que Alemania, Bélgica, Dinamarca y Portugal tampoco parecen estar cien por cien a favor de que se haga pública la información; a España no se la menciona ni en un sentido ni en otro.

Aparte de los países y sus respectivas posiciones el documento menciona específicamente los sistemas de tres avisos para cortar el acceso a Internet de los que infrinjan repetidamente derechos de propiedad intelectual, que según dice no están contempladas en el tratado ACTA a pesar de que hasta ahora todas las filtraciones parecían asegurar que sí lo están.

Lo cierto es que parece increíble que los estados se hayan planteado ni por un momento la posibilidad de negociar en secreto un tratado que afectará a sus ciudadanos en más de un aspecto si se llega a aprobar, así que sería más que deseable que esa información termine por salir a la luz, en especial ahora que se acaba de saber que la UE dictamina que las leyes antipiratería son desproporcionadas.

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