Un jardín surrealista cobra vida en las entrañas de la Huasteca Potosina

  • Curiosas estructuras que inmortalizan flores que murieron en una helada o un sarcófago para recostarse a disfrutar la muerte son parte de la fantasía escultórica que materializó en la jungla de la Huasteca Potosina, en México, el poeta inglés Edward James.

Sandra Parra

Xilitla (México), 17 ene.- Curiosas estructuras que inmortalizan flores que murieron en una helada o un sarcófago para recostarse a disfrutar la muerte son parte de la fantasía escultórica que materializó en la jungla de la Huasteca Potosina, en México, el poeta inglés Edward James.

En el Jardín Surrealista de Xilitla nada escapó a la imaginación de ese mecenas de artistas como Salvador Dalí para hacer realidad su edén, en el que también se pueden observar homenajes al Arca de Noé y puertas en forma de cuchillas.

"Es un jardín creado por una mente diferente, todo tiene su lógica dentro de un caos", afirmó a Efe el turista español Juan Vallejo tras recorrer el lugar, construido en una exuberante selva con una cascada de agua que durante años fue la bañera privada de James y sus amigos, entre ellos la escritora Leonora Carrington.

La excéntrica edificación en la que el millonario James dio rienda suelta a su creación cobró vida en 1947, pocos meses después de que el poeta llegó al municipio de Xilitla en compañía de su amigo Plutarco Gastélum en búsqueda de orquídeas, una de sus flores favoritas.

"Ellos llegaron buscando orquídeas, llegaron a Ciudad Valles y de ahí los mandaron acá a Xilitla, que tiene un clima con mucha lluvia y vegetación y pensaron que era un clima ideal para las orquídeas", relató la nieta de Gastélum, Cristina Gastélum.

En el laberíntico lugar, que tiene una casa de tres pisos "que se convierte en cinco" y escaleras que llevan a ninguna parte, la música también es protagonista con enormes esculturas de cinco notas musicales.

"Aquí encontramos muchos símbolos de la masonería, uno de ellos es un compás, también hay columnas con forma de víbora porque él tenía boas en jaulas en el jardín", explicó el guía turístico Didier Villalobos.

James, quien murió en 1984, era amante de las flores y de la vegetación, en especial de las orquídeas, especie de la que inundó su paraíso personal con ejemplares que compró en viajes a países como Brasil, Colombia y Tailandia.

En 1962, una inesperada helada que afectó el excéntrico lugar, ubicado en el estado de San Luis Potosí (centro-norte de México), destruyó la colección de orquídeas del poeta, lo que le generó una gran decepción.

"Al ver todo congelado, muerto, le dio mucha rabia, coraje y decidió hacerlas en esculturas de varilla y cemento", contó Villalobos sobre una de las obras más reconocidas del jardín.

James vio materializado su mágico mundo gracias a la labor de los lugareños, encargados de reconstruir sus caprichos arquitectónicos.

"Él era un artista, pero las personas que construyeron el lugar no eran arquitectos o ingenieros preparados, era gente de la población que iba entendiendo poco a poco sus dinámicas y lo que iba dibujando y creando", contó Joe Richaud, encargado de relaciones públicas de la Fundación Helena y Pedro, que administra el lugar.

El jardín es uno de los principales atractivos turísticos de San Luis Potosí y está considerado como uno de los lugares más excéntricos del planeta.

"Me enteré que existía porque todos mis amigos que habían ido me recomendaban ir, pero ninguno sabía cómo explicar el sitio, es un lugar al que tienes que ir porque no se puede explicar", indicó Vallejo.

La casa, que "a veces en la profundidad de la noche canta", como indica un poema de James en alusión a los sonidos que hacen en la noche en el lugar los grillos, fue abierta al público en 2007.

"Esta es la tercera vez que vengo a este lugar y ahora traje a mis amigos para que lo vean porque está muy padre (bonito), es diferente completamente, está medio loco y raro", dijo Eduardo Gutiérrez, un turista oriundo de Guadalajara.

El jardín surrealista es visitado anualmente por cerca de 80.000 personas y como extensión turística tiene el Castillo de Xilitla, construido en la parte central de este municipio por Gastélum y que también fue la casa de James durante 30 años.

El castillo actualmente funciona como un hotel con ocho habitaciones, en las que se pueden hospedar 23 personas.

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