"Los rumores según los cuales fui herido o muerto en Kushlak (cerca de Quetta en Pakistán) son falsos", dice una voz masculina grabada en el fichero (que dura 16 minutos) enviado por correo electrónico a los medios de comunicación por un portavoz de los talibanes.
"Es la propaganda enemiga (...) yo no he estado en Kushlak desde hace años", continúa la voz.
Altos responsables de los servicios de inteligencia afganos y varias fuentes talibanes habían afirmado que el molá Mansur había sido gravemente herido en un tiroteo ocurrido tras una reunión de responsables de la insurrección.
"El líder de los talibanes, el molá Ajtar Mansur, falleció a causa de sus heridas", había asegurado el viernes en la red social internauta Twitter, Sultan Faizi, portavoz del primer vicepresidente afgano, sin mencionar fuentes precisas ni pruebas.
Por su parte, el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, había calificado de "totalmente infundadas" esas afirmaciones, y había asegurado a la AFP que el molá Mansur estaba vivo y bien de salud.
La muerte de su carismático predecesor, el molá Omar, fue guardada en secreto durante dos años por el movimiento.
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