Bob Marley, directo al corazón

  • Esta historia tiene ya 43 años de antigüedad, pero sigue tan fresca como una lechuga en la discoteca de mi memoria.
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Bob Marley, con una gorra jamaicana, durante su única visita a Barcelona, en 1980. Sigfrid Casals / Getty Images

Casi la puedo oler, oír y bailar... En los 12 meses de 1976 sucedieron muchas cosas, buenas y malas. Por ejemplo, en España Adolfo Suárez fue nombrado presidente de Gobierno de la democracia. Al otro lado del charco, el comandante Videla, un tipo flaco con bigote prusiano y mirada congelada, daba un golpe militar en Argentina y en un garaje de California, tres freaks fundaban Apple. Y la marcha de estudiantes en Soweto (Sudáfrica) acababa con la matanza de 800 chavales. Por entonces, Jamaica estaba muy lejos de ser ese relajado paraíso caribeño en el que la brisa marina mece las palmeras y arrastra a veces alguna bocanada de marihuana. En los mapas geográficos, Jamaica está más cerca de Cuba de lo que Cuba está de Miami, y así también, en la cartografía ideológica de los años 70, La Habana y Kingston eran vecinas de Moscú. El primer ministro socialista Michael Manley buscaba la reelección frente a Edward Seaga, vinculado a la CIA estadounidense.

Y en medio de ambos extremos estaba una estrella mundial del reggae de 31 años, a quien su música y fama mundial habían hecho un líder casi espiritual para buena parte de los dos millones de habitantes de la isla. El reggae se había convertido en la expresión popular de un país empobrecido en el que la gente se mostraba cada vez más desesperada y violenta. La noche del 3 de diciembre de 1976, siete pistoleros entraron en la casa del cantante, dispararon a su mujer Rita a la cabeza y, ya en la cocina, vaciaron los cargadores sobre Marley y su grupo, The Wailers, que preparaban una ensalada de frutas. En total dispararon 87 balas, pero increíblemente nadie murió. ¿Quién salvó a Bob? ¿Cómo sobrevivió a un disparo a quemarropa en el corazón? Marley siempre dijo que lo salvó el espíritu de Haile Selassie, el emperador de Etiopía fallecido el año anterior. Dos días después, con el pecho y el brazo vendados, Marley actuó durante más de una hora. En el último minuto de un vídeo de YouTube, oscuro y de mala calidad, se ve a Bob Marley al final del concierto. Frente a la multitud, la leyenda del reggae se desabotona la camisa y señala la herida del balazo que le cruza el pecho y llega hasta su brazo izquierdo. Marley llevó esa bala alojada en el cuerpo y en su música hasta el día de su muerte, en 1981.

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