Dior Horlogerie, la máxima expresión de belleza en la alta relojería

  • En Dior Horlogerie el ingenio se agudiza y la combinación de alta expresión joyera se incrementa. Monseiur Dior no podría haberlo imaginado mejor.
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La colección Dior Grand Bal se enriquece con diez nuevas propuestas (todas piezas únicas) inspiradas en el fabuloso mundo de la Ópera. Esta es la Nº 4.

La historia de Dior ha estado marcada por una audacia sin igual; por una forma de entender la belleza en la mujer asociada a la felicidad. Y sobre todo, por una capacidad creativa casi sin límites pero al mismo tiempo ambientada y propulsada en las vivencias de Christian Dior. El maestro de la alta costura sorprendió el 12 de febrero de 1947  con su primera colección presentada en el número ocho de la avenida Montaigne, en la que la mujer se mostraba estilizada, florida y faldas cortadas en forma de enormes tablas de tela, cuando la firma se lanzó a la creación de relojes tradujo a la perfección esa combinación de audacia, la importancia del color y la riqueza de materiales.

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En la foto: Compuesta por un total de 18 piezas únicas, la línea 'Dior Grand Soir Reine Des Abeilles' tiene por protagonista a la abeja reina.

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Elaboración del reloj  'Dior Grand Soir'

El resultado fue una auténtica oda a la feminidad. Y no fue flor de un día. Dior Horlogerie ofrece desde entonces un tiempo diferente que, además, se adapta perfectamente a la personalidad de cada mujer. Y a cualquier hora.

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(En la foto, nueva propuesta en 36 mm del 'Grand Bal Plume' que combina la intensidad del ojo de tigre en el fondo de la esfera con la elegancia de la pluma negra).

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Así se elabora el 'Dior Grand Bal Plume'

Los relojes Dior, como ocurrió con la moda, se beneficiaron de que Monsieur Dior fue antes un visionario galerista. Los mejores artistas habían sido sus amigos, desde Dalí a Max Jacob. Su pasión por la pintura, sumada a la de las flores, le permite ser un formidable colorista. Y eso se traduce en sus colecciones; empezando por La D de Dior, que, desde 2003, ha sido cubierta en mil y una tonalidades bajo el ojo amable de su bisel de diamantes. En 2019, Dior Mini D viste la esfera de nácar y la pulsera con un tejido realizado por un fabricante de cintas francés.

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La Mini D de Dior Mosaique es una pequeña explosión de color. Tres modelos de 19 mm con correas de textil que conforman un mosaico multicolor.

“Las mujeres no usan lo que les gusta, les gusta lo que usan”. Esta es otra máxima seguida por Christian Dior en su trabajo y está también presente en los relojes Dior Horlogerie. Un buen ejemplo es el 'Dior VIII Montaigne Toile de Jouy', que presenta una correa de cuero estampada con el motivo ornamental más apreciado por el modisto, y que ha sido reinterpretado en la Colección Crucero 2019. Pero sin duda la línea 'Grand Bal' es la que ha dejado los mejores ejemplos de lo que es la ‘alta costura’ en la relojería de la casa. Inspiradas precisamente en ella, las plumas recrean de forma sublime y diferente la masa oscilante del calibre Dior Inversé, recordando el giro de un vestido de baile. Esa combinación de la experiencia en relojería y plumaje, se convierte por ejemplo en diez piezas únicas del 'Dior Grand Bal Supernatural', donde las plumas de pavo real o de arrendajo ‘bailan’ con ópalos blancos australianos en arlequín, verde, azul o rosa. O también como las ochenta y ocho piezas de la colección Dior Grand Bal Wild, en contraste con las vetas de turquesa o la pluma negra 'zoïsite'.

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A la belleza y creatividad de cada pieza se le suma la capacidad y maestría de los artesanos que le dan forma.

Por otro lado, es en blanco como aparece el Dior Grand Bal Plume, con su esfera lacada tejida con hilos de oro sobre la que se coloca un velo de plumas blancas. Los juegos en blanco y negro son los que marcan la colección 'Dior Grand Bal Opéra', diez piezas únicas talladas por primera vez en una suntuosa caja cuadrada redondeada y profusamente decorada. En cada uno de ellos hay un espectáculo fascinante: ballet de perlas, con algunas de ellas lacadas en oro, y diamantes tallados.

Este año, la abeja es la heroína que da vida a la colección 'Dior Grand Soir Reine des Abeilles'. Y lo hace con una serie de creaciones (18) en las que la Reina tiene sus alas montadas sobre un soporte que las agita con el movimiento de la muñeca. Sobre todo, cultiva una personalidad que se manifiesta en el eclecticismo de sus elecciones. Turmalina contrastada con cabujones de ópalo mexicano, pera topacio imperial, zafiro azul almohada, triángulos de rubí, zafiros rosados o amatistas. Cuando se pone su prenda de color miel, la Reina combina oro amarillo, blanco y rosa con diamantes engastados en un nuevo brazalete brillante. Simplemente, espectacular.

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La artesanía más bella en el reloj 'Dior Grand Bal'
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