Abraham-Louis Breguet solo vendió 35 relojes con 'tourbillon' durante su vida, pero su invención ha trascendido al tiempo, hasta el punto de ser todavía una de las complicaciones más aclamadas y también más complejas, y donde por supuesto, la firma Breguet sigue marcando el camino con creaciones tan singulares como bellas, además de ofrecer una elevada complejidad mecánica. No está de más revisar la historia del regulador de la gravedad. Patentado en 1801–fue la segunda patente obtenida por el relojero–, necesitó sin embargo de diez años más de investigación y de distintos desarrollos para hacerlo realidad.
Pero no había duda de que el maestro relojero con más invenciones en la historia de la relojería había imaginado una sutil forma de compensar el efecto de la atracción terrestre sobre el oscilador y con ello de mejorar –y de qué modo– la precisión cronométrica del movimiento. Para lograrlo, tuvo la idea de embarcar el conjunto volante-espiral y el escape (áncora y rueda de escape) en una jaula móvil que giraba sobre sí misma. La doble rotación de la jaula hizo que Abraham-Louis Breguet le diera el nombre de 'tourbillon', recuperando la acepción de “sistema planetario en rotación en torno a un eje único”.
Si algo define a Breguet como marca es haber sabido trabajar sobre el inmenso legado heredado del insigne relojero y haber convertido sus creaciones en una prolongación de sus lecciones relojeras. El 'tourbillon' siempre ha estado presente en su imaginario y por supuesto, con apariciones donde la experiencia se combina a la perfección con soluciones que elevan todavía más el valor de sus creaciones. Una de ellas es el espectacular 'Classique Tourbillon Extra-Plat Squelette 5395' presentado este año. La casa ha esqueletado su movimiento 'tourbillon' extraplano de tres milímetros de grosor y 325 componentes, superando sus propias barreras al retirar cerca del 50% del material que se encuentra en el original. Muy ligero –el conjunto de la jaula solo pesa 0,290 gramos–, y dotado de una autonomía de marcha de 80 horas gracias a un barrilete de alta energía, late a una frecuencia de 4 Hz –muy elevada para un 'tourbillon'–, y que ya había formado parte de las referencias 5377 y 5367.
(En la foto, la patente concedida a Abraham-Louis Breguet por su invención).
Para conseguir este reducido grosor, entre otras cosas la masa oscilante se ha desplazado a la periferia de la platina. También el tourbillon ha sido replanteado por completo: la jaula de titanio engrana directamente con el tren de ruedas y no por medio de un piñón colocado en su base; y el escape de silicio adopta una construcción acodada específica que permite ahorrar mucho espacio. La estructura resultante es muy singular y Breguet es el único capaz de producirla en serie.
Dos de los resultados inmediatos del binomio extraplano-esqueletado son la ligereza y la transparencia. Esto es posible gracias a que la platina y los puentes de oro están calados, desvelando la anatomía del movimiento. Al haber elegido el oro como material, el nivel de complejidad es aún mayor, pero no para Breguet, acostumbrado a trabajar este material en una gran parte de sus productos, y sobre todo donde da muestra de su dominio de todos los oficios y de la artesanía relojera.
(En la foto, el 'Classique Tourbillon Extra-Plat Squelette 5395' muestra gran parte de los componentes que integran el calibre 581).
Pero esto no es todo. El movimiento presenta unos acabados excepcionales, otro de los detalles que han distinguido el trabajo y la historia de Breguet: desde el 'guilloché' Clous de París, realizado con diamante, sobre la superficie que queda de la platina, a los achaflanados para obtener perfectos biselados de 45° en cada arista, pasando por el trabajo realizado sobre inscripciones y los grabados tan minuciosos como elegantes.
(En la foto: La referencia '5367' llegó al mercado un año antes y ya sorprendió por su mínimo grosor).
Encuadrado en la colección 'Classique', la caja ha sido acanalada y dotada de un 'cristal box' de gran apertura. La esfera de zafiro ofrece índices aplicados de oro azulado, la ronda de las horas se obtiene por tratamiento galvánico y la minutería está grabada con láser para luego rellenarse de barniz azul. Un refinado diseño que se completa con las tradicionales agujas 'pomme' azuladas y las asas soldadas en la más pura tradición Breguet. Está disponible en dos versiones: con movimiento de oro blanco en caja de oro rosa o con movimiento rosa en caja de platino; en ambas propuestas el grosor total de la pieza es tan solo de 7,7 milímetros. El heredero de la referencia 5367, el 'tourbillon' extrapolando que apareció en escena en 2018 con su límpida esfera de esmalte blanco, ha superado las expectativas y ha creado un nuevo discurso de la excelencia alrededor del 'tourbillon' mostrando todo su encanto.
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