Sharp cierra el traspaso definitivo de la planta de Sant Cugat a Nortia

  • La planta de Sharp en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) ha pasado definitivamente a manos de Nortia, propietaria de Cirsa, tras firmar hoy el acuerdo entre ambas multinacionales para el traspaso de las instalaciones productivas.

Barcelona, 15 sep.- La planta de Sharp en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) ha pasado definitivamente a manos de Nortia, propietaria de Cirsa, tras firmar hoy el acuerdo entre ambas multinacionales para el traspaso de las instalaciones productivas.

Además de la integración de Nortia en la hasta ahora fábrica de Sharp, el acuerdo incluye la colaboración tecnológica en áreas como la fabricación de LCD para máquinas recreativas, la utilización de las nuevas instalaciones para la rama logística y la continuidad de un centenar de empleos, ha informado hoy Nortia.

Los empleados de las líneas de producción de Sharp abandonaron sus puestos el pasado 22 de julio, tras fabricar el último televisor, que se inmortalizó con una fotografía y algunos aplausos en la planta.

Tras la venta a Nortia, los casi 300 trabajadores de Sharp han seguido tres caminos, según fuentes sindicales.

Un centenar de empleados han pasado a Nortia y han firmado un documento para subrogar sus contratos, que mantendrán la antigüedad que sumaban en la nipona, así como el salario y la categoría.

Por su parte, otro centenar de trabajadores siguen en la plantilla de Sharp, vinculados al área comercial y de investigación.

En cuanto a los 87 despedidos, diez son prejubilaciones y el resto bajas voluntarias con indemnizaciones de 45 días por año hasta un máximo de 42 mensualidades.

La compra de la fábrica por parte de Nortia obliga a una adaptación de la fábrica de Sant Cugat y a un proceso de formación de unos setenta empleados, los que hasta julio se ocupaban de la línea de producción.

De los cien empleados que finalmente pasan a manos de Cirsa, la mayoría se quedarán en la planta de Sant Cugat para el proceso de producción de máquinas recreativas, pero algunos se trasladarán a Terrassa (Barcelona), donde la multinacional mantiene su sede central.

Tras varios expedientes de regulación temporal, Sharp decidió hace unos meses abandonar la producción en España y, con la mediación de la Generalitat, la multinacional nipona encontró un nuevo inversor, Nortia, siguiendo el mismo proceso que con la antigua planta de Sony en Viladecavalls (Barcelona).

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